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Por: Iván Escobar
Colaborador
El cansancio, la frustración, el no tener más opción que hacer el trabajo a mano, fue la realidad que han vivido los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), que en las elecciones presidenciales y legislativas de este domingo 4 de febrero dejó en claro el colapso del sistema de registro de datos que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) había habilitado. El TSE habría invertido en este proceso electoral más 89 millones de dólares, que contemplaba el sistema tecnológico del procesamiento y difusión de las actas.
“El sistema del TSE colapsó, ninguna de las 19 juntas receptoras de votos pudieron meter datos”, dijo una fuente a Diario Co Latino, al filo de las 1 de la mañana de este lunes 5, luego de horas y horas de trabajo frustrado, pese a contar con computadoras, proyectores de imagen, con sus respectivos ups, pero con un sistema de internet y de registro inútil, que desde las 5 de la tarde del domingo se quedó en la fase de “cargando”.
“Y como el sistema quedó colapsadoq, ahora el Tribunal salió con la idea de que se va a hacer a mano, pero el voto fraccionado no se puede hacer a mano, a menos que tengas matemáticos aquí, expertos en fracciones”, consideró la fuente. La versión fue confirmada por jefes de centro de los distintos partidos, e incluso miembros de las JRV, que fueron elegidos por el ente electoral para servir en este proceso electoral.
En las primeras horas de la noche del domingo, la página del TSE no respondía a la búsqueda de información, lo cual generó cierta preocupación.
Tranquilidad en la votación, incertidumbre en el cierre
En el Complejo Educativo “Joaquín Rodezno” de San Salvador, las personas votaban con tranquilidad en horas de la tarde de este domingo 4, informó Gerson Martínez, de la jefatura de centro a cargo de Nuevas Ideas, y advirtió que durante el resto de la jornada no se reportaron problemas. En este centro de votación se instalaron 8 mesas receptoras de votos, para recibir un aproximado de 1,600 votantes. Belsi Rivas y su hija Tatina Segura Rivas llegaron a este centro de votación. Belsi logró votar rápido en este centro, no obstante, lamentó que, en caso de su hija, quien es una persona no vidente, “vivimos en la misma casa, aquí cerca (del centro escolar), pero nos tocó ir hasta el Mágico González (centro de votación de la Olímpica), eso nos complicó un poco, por lo demás logramos cumplir ya”, precisó.
Ya en horas del cierre, unos minutos antes llegó Erick Giovanni Hernández Mazhón, un ciudadano disfrazado del personaje Buzz Lightyear, la JRV así le dejó votar, luego de mostrar su rostro con la entrega del documento de identidad, siendo el punto de atención para muchos. Ya en la noche, los miembros de las JRV mostraban cierta incertidumbre y en momentos se percibía que no sabían qué hacer. Algunas cerraron las mesas, y de inmediato comenzaron a romper las papeletas sobrantes. Alguien de la Fiscalía General de la República, pasó y dijo “aún no, porque hay gente dentro del centro”. Otros quedaron esperando hasta que quedó vació. Luego siempre en el Instituto Nacional “General Francisco Menéndez”, había lugares no adecuados, sin luz unos espacios, focos quemados o sin lámparas, intentaban ponerlos, pero mejor movían los grupos, un momento se quedó sin luz el instituto, pero continuó. Algunos reclamos por parte de miembros de GANA, con algunos miembros de la JRV por el mismo desconocimiento del personal afloraba, pues unas mesas sacaban todas las papeletas y luego las ordenaban. “Eso no es así”, reclamaban representantes de GANA.
El problema fue ya entrada la noche. Donde el cansancio y la incertidumbre afloró, sobre todo, entre miembros de las JRV que se estrenaban en sus puestos, luego de haber salido sorteados por el organismo electoral.
