Por: Rolando Alvarenga
La escandalosa descalificación del judoca Diego Turcios -del Campeonato Panamericano de Judo por no dar el peso exigido- ha venido a desnudar la falta de control que el COES tiene sobre este atleta.
Y es que el Comité Olímpico ha venido apadrinando y monitoreando internacionalmente al judoca en los últimos años, pero sin coordinación con la Federación Salvadoreña de Judo.
Eso sí, al margen de donde salga el dinero para apoyar al judoca, lo que ha pasado con el atleta por segunda vez (la primera vez que no dio el peso fue en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018) denota la incapacidad para controlar a un “deportista de élite” y la indisciplina de Turcios a la hora de prepararse para las competencias del Ciclo Olímpico.
Y ya es hora de que Turcios se olvide de los cinco minutos de fama que tuvo en los Juegos Olímpicos Río 2016, se ubique en el presente y se enfoque en dar el peso requerido en las competencias oficiales.
Lo anterior porque Diego ha metido en un callejón sin salida al COES, con miras al último clasificatorio panamericano; pues, si avalan su viaje a Panamá, demostrarían que les vale un pepino la indisciplina del atleta; mientras sus compañeros se sacrifican para cumplir con la báscula. ¡No es justo!, y ¡no hay derecho!
En lo que respecta al COES, no dudo que sus intenciones son valederas, pero debe coordinar con las federaciones el monitoreo de los atletas; pues, de lo contario, podríamos ver el naufragio del velerista, Enrique Arathoon, o del nadador, Marcelo Acosta.
Para finalizar, si el COES sigue en las misma con el judoca, seguirá -al igual que el INDES- en el tercermundismo.