El tamaño: tanto una chiche de pequeño tamaño, mediana o grande es suficiente para llenar los requerimientos nutricionales de un niño. Aún si son pequeñas pueden tener una gran producción de leche. Una mama grande podría no producir leche suficiente para llenar los requerimientos para que un niño crezca y aumente peso adecuadamente. Estos casos ocurren en mujeres obesas, hipotiroideas, en las que no les funciona normalmente la glándula tiroides; lo mismo que en las mujeres añosas, mayores de 28 años y que a esa edad tienen su primer hijo; las hipertensas crónicas que mantienen una tensión arterial elevada, lo mismo que las madres diabéticas. Todas ellas producen poca leche, aunque tengan mamas grandes en tamaño.
La forma de los senos no tiene nada que ver, a excepción de la forma del pezón; el peso de la mama dependerá de la cantidad de leche que logre producir y almacenar, lo mismo que de la masa glandular y las reservas de grasa acumulada en la mama como reserva para producir la leche.
El tamaño de la mama y su forma es heredada. Serán como las mamas de su madre o de la abuela paterna. La naturaleza prepara a la mujer según sea el caso. De modo que una mujer no se debe de preocupar si tiene los pechos pequeños pues pueden sorprender por la alta producción de leche. El bebé, con su poderosa succión se encargará de que se produzca leche según sean sus necesidades. La naturaleza lo tiene calculado y provee de todo.