Por: Rolando Alvarenga
Cuando uno escucha las millonarias cifras económicas que se pagan actualmente en las peleas por títulos mundiales de Boxeo, y lo compara con lo que un día ganaron algunos boxeadores profesionales salvadoreños, se horroriza y se le enchina la piel.
Y digo lo anterior porque, en 1978, Mario “El Tanquecito” Méndez y René “El Chele” Valiente protagonizaron una de las peleas más épicas de la década de los setenta con buen boxeo, buena potencia de golpes y un desenlace de infarto.
No obstante, ambos boxeadores se repartieron una bolsa de 1,100 colones, siendo 600 para Méndez por ganar la pelea y 500 para Valiente por haber perdido.
Nada que ver con los 30 millones de dólares que recibió recientemente Saúl “El Canelo” Álvarez por derrotar a Daniel Jacobs, que se embolsó 15 millones por perder.
Ahora bien –volviendo al combate Méndez-Valiente–, el entrenador mexicano Ricardo “Rata” Rodríguez, por cuyas manos pasaron los citados pugilistas, siempre opinó que el combate no debió realizarse porque ambos tenían el potencial suficiente para hacer sus carreras individualmente, sin reventarse entre sí. Al final, no le hicieron caso y la pelea por poco acaba en tragedia.
Y es que Valiente quedó a tres minutos de ganar el combate; pero, por más que golpeó con claridad a Méndez, no lo hizo retroceder, ya que la fortaleza física de “El Tanquecito” lo convirtió en verdugo de nicaragüenses y le permitió protagonizar cerrados combates contra tres primeros retadores al fajín mundial de los Moscas del CMB.