Por Romaric Ollo Hien
Uagadugü/AFP
Tras la caída del presidente burkinés Blaise Compaoré, nurse que huyó a Costa de Marfil, ampoule el Ejército designó este sábado al teniente coronel Isaac Zida para dirigir la transición del país.
«El teniente coronel Isaac Zida fue elegido por unanimidad para reconducir el periodo de transición abierto en el país tras la partida del presidente Compaoré», order indicó un comunicado leído tras una reunión de altos mandos del Estado Mayor.
«La forma y la duración de este periodo de transición serán determinados ulteriormente, en concierto con los responsables de la vida nacional», aseguraba.
El documento estaba firmado por su rival, el general Nabéré Honoré Traoré, que reconocía así su derrota después de asegurar el viernes que asumía las responsabilidades de jefe del Estado, poco antes de que lo hiciera Zida.
El nuevo mandatario salió de la reunión con aire grave rodeado de una quincena de altos mandos del ejército, mientras que Traoré, que también había asistido, desapareció después del encuentro.
Tras la rueda de prensa, el nuevo líder volvió a Camp Guillaume, su base en el centro de la capital, situado a 300 metros del Estado Mayor.
En teoría, el teniente coronel debería reunirse durante la tarde con los partidos políticos y miembros de la sociedad civil.
La Constitución prevé que el presidente de la Asamblea Nacional asegure la interinidad en caso de «vacío de poder», pero Zida la suspendió el viernes, el mismo día que Compaoré se vio obligado a dimitir.
El jueves, el ejército había tomado el control del país, después de una insurrección popular contra la voluntad del mandatario de perpetuarse en el poder.
Calma tras la tormenta
La situación era de calma el sábado por la mañana en las calles de Uagadugú, la capital, y en Bobo Dioulasso (sur), la segunda ciudad del país, donde en los últimos días se produjeron violentos altercados.
En el centro, la circulación era normal y los pequeños comercios se encontraban abiertos, pese a que el mercado central y los bancos seguían cerrados, constató la AFP.
Llamados por el Movimiento Ciudadano (colectivo de jóvenes al frente de la movilización contra el expresidente Compaoré), grupos de personas limpiaban las calles de los restos de la batalla campal vivida los días precedentes.
«Estamos confusos como todo el mundo, ahora esperamos que la situación se aclare», explicaba a la AFP Guénolé Sanou, de 32 años, antes de conocer el nombramiento de Zida.
«Yo quiero un presidente civil que garantice la paz y respete la Constitución», opinaba.
El anuncio de Traoré el viernes había provocado la cólera en las calles de la capital, e incluso dentro del Ejército, por ser considerado demasiado cercano a Compaoré. En este contexto, Zida, hasta ahora número 2 de la guardia presidencial, cuenta con el visto bueno de una parte de la sociedad civil burkinesa.
Desde hace 27 años, Burkina Faso solo ha conocido un presidente, Blaise Compaoré, participante en tres golpes de Estado, el último de los cuales, en 1987, le permitió llegar al poder tras acabar con la vida de Thomas Sankara, icono del panafricanismo.
Su intención de revisar la Constitución para volver a presentarse a las elecciones en 2015, abriendo la puerta a tres nuevos mandatos y 15 años más en el poder, fue la gota que colmó la paciencia de la población.
Varias manifestaciones masivas que desembocaron en disturbios, pillajes e incluso en la quema del Parlamento, obligaron a dimitir al presidente, que ha huido a Costa de Marfil.
La caída abrupta de Compaoré supone un aviso para otros presidentes africanos que podrían tener la tentación de enmendar la Constitución para mantenerse al mando.
Cuatro países -República Democrática del Congo, Burundi, Congo-Brazzaville y Benín- se estarían planteando revisiones similares.