Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso
“La arena estaba de bote en bote, y la gente loca de la emoción, en el ring luchaban los cuatro rudos, ídolos de la afición”.
La anterior estrofa, inmortaliza aquellas gloriosas tardes domingueras, en las extintas Arenas Santa Anita y Metropolitana de San Salvador, así como en la Cancha Adolfo Pineda de Santa Tecla, en la década de los 80s, en la que los aficionados ovacionaban desde los graderíos y platea a sus ídolos, además de dedicar algunas rechiflas a los luchadores rudos, en su eterna lucha del bien contra el mal.
La Ciudad de Santa Tecla, ha sido a través del tiempo la cuna de grandes gladiadores del pancracio nacional, que fulguraron dentro y fuera de nuestro país, como en el caso de Salvador Pérez “El Vikingo”, quien reside en Puerto Rico, sin olvidar al Coloso de las Colinas, don José María Velásquez (Santa Tecla 23 de noviembre 1933 – (+) Santa Tecla 29 de abril 2011), conocido como “El Gran Chema” o “La Montaña Tecleña”, por su 1.85 metros de estatura, que lo caracterizó en vida.
Los padres del Gran Chema fueron, don José María Velásquez Escalón (+), de origen guatemalteco y doña Irene Esperanza Abrego de Velásquez (+), en su juventud contrajo nupcias con doña María Irma Machado (+), con quien procreó a tres hijos Jaime Walter (+), Mayra y Mati, a quienes formó con mucho amor, esfuerzo y dedicación.
Sus inicios en la lucha libre fueron de forma anónima, por la severidad de sus abuelos, entre su palmarés se cuenta con el Campeonato Centroamericano de Lucha Libre realizado en Costa Rica, una máscara obsequiada por el mítico de The Tempest, en 2002 portó la antorcha olímpica de los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe, además de ello se dedicó a la práctica del fútbol y volley ball.
Debido a la corta edad de sus hijos en ese tiempo, no le vieron luchar, ya que los combates se transmitían por televisión a las once de la noche, siendo doña Irma la encargada de explicar a los chiquillos, la razón de las lesiones en el rostro de su padre, En el campo social se destacó como miembro del Club de Leones de Santa Tecla y Patronato del Hospital San Rafael, fue testigo de honor en el acto de recuperación del Cafetalón, el cual estuvo en manos de la Sociedad Hípica Salvadoreña.
Durante su trayectoria en la lucha libre, se agenció el cariño de los aficionados, quienes lo recuerdan con aprecio. Entre el selecto grupo de luchadores con quienes compartió el cuadrilátero destacan los reconocidos Diablo Rojo (+), El Bucanero (+), Tony Jackson (+), Zar I y II entre otros; entre sus remembranzas más memorables está el haber sido padrino de bodas de Huracán Ramírez con la ciudadana tecleña Charly Alvarenga en Ciudad de México.
Un merecido reconocimiento a la memoria y trayectoria deportiva de don José María Velásquez, un tecleño de corazón por siempre ¡1, 2, 3 y el ganador es ¡
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