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Barcelona/dpa
A medio gas, sin necesidad de forzar la máquina ni de que su máxima estrella brillara con luz propia, el Barcelona reafirmó hoy su liderato en la Liga española de fútbol con una cómoda victoria 4-0 sobre la Real Sociedad.
El triunfo, que se daba casi por descontado antes de que los contendientes saltaran a la cancha, confirmó el estado de gracia de los azulgrana que, con el doblete del brasileño Neymar (21′ y 52′), un vistoso tanto del uruguayo Luis Suárez (42′) y la guinda del argentino Lionel Messi (90′), aumentaron a nueve su distancia respecto al Real Madrid.
Los blancos cayeron estrepitosamente el pasado sábado frente a los dirigidos por Luis Enrique en el clásico del torneo español y mañana deberán esmerarse ante el exigente Eibar para devolver a seis la diferencia con los azulgrana.
Lanzado desde hace unas semanas, y más desde que el argentino Lionel Messi se reincorporó al once de Luis Enrique, el Barcelona resuelve sus duelos con una facilidad pasmosa.
Y más ante la inofensiva Real, que apenas rondó el arco defendido por el chileno Claudio Bravo. Como había avanzado Luis Enrique en la previa, conocer los secretos del juego azulgrana, como los conoce Eusebio Sacristán, no es garantía de éxito.
El técnico del equipo vasco, ex entrenador del filial del Barcelona, tampoco encontró el modo de contrarrestar la magia del tridente azulgrana.
Durante años, Eusebio ayudó al holandés Frank Rijkaard a manejar a varios de los hombres que hoy dirige Luis Enrique. Pero situado enfrente, su impotencia fue la misma que la de la mayoría de entrenadores que se miden al Barcelona.
Neymar y Suárez, con la inestimable colaboración de Messi, que dejó un control delicioso en el inicio de la jugada del primer gol, sentenciaron a los vascos en tres acciones muy parecidas.
En la primera, Neymar remató con el interior de su pie izquierdo, junto al punto de penal, un gran centro de su compatriota Dani Alves desde la derecha.
El zurdazo del máximo goleador del torneo español fue imparable para Gerónimo Rulli que, en el inicio del encuentro, estuvo hábil para evitar que Suárez abriera el marcador.
Sin nada destacado que apuntar en el haber de la Real, llegó el segundo tanto del Barcelona, un calco del primero con distinto finalizador. Alves volvió a centrar desde la derecha y, con Neymar y Messi en el área, Suárez alzó la voz para conectar una espectacular volea.
El duodécimo tanto en la Liga del delantero uruguayo subió al marcador y Suárez se situó a dos de igualar el liderato de su compañero Neymar. Entre ambos, han firmado 22 de los 23 goles del Barcelona en el torneo doméstico desde que Messi se lesionó.
El argentino, mucho menos activo que el pasado martes en la goleada frente a la Roma en la Liga de Campeones europea, pudo firmar el tercero justo antes de la pausa, pero su compatriota Rulli estuvo más rápido.
El honor lo tuvo de nuevo Neymar, ya en el segundo acto, después de que el francés Jéremy Mathieu emulara a Alves desde la izquierda. En el punto de penal, el brasileño conectó otro disparo imparable para el arquero del equipo vasco.
Más que sentenciado el duelo, la hinchada azulgrana sólo esperaba a saber si también podría aplaudir el gol de Messi. El palo, a cinco minutos para la conclusión, lo impidió.
Pero Neymar tenía tantas ganas de que su referente marcara que no paró hasta fabricar el centro que Messi empujó a la red.
La Real, que sumó su décimo octava derrota consecutiva en el Camp Nou y se quedó como estaba en la tabla, se despidió diciendo presente con un fuerte y cercano tiro del portugués Bruma que Bravo resolvió de manera impecable.
El Barcelona, con una nueva victoria lograda sin apenas desgaste, sumó otros tres puntos que distanciaron provisionalmente al Real Madrid a nueve. En la dulzura azulgrana, la presión es máxima para los blancos.
