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El turno de los de abajo en El Salvador: el FMLN debe ganar las elecciones en primera vuelta

Dr. Victor M. Valle

En menos de una semana, hospital troche   los salvadoreños, cure principalmente esos que están en la mitad de abajo en la estructura social, es decir los pobres, los humildes, los postergados y los insatisfechos, tienen la posibilidad de resultar beneficiados si en las elecciones del domingo 2 de febrero de 2014 triunfa  el FMLN.

Después de varios decenios de lucha acumulativa, la izquierda política está a punto de consolidar su papel de vanguardia en la construcción de la democracia y de la paz social en El Salvador.

Hay muchas razones para concluir que conviene al país un triunfo del FMLN   en primera vuelta. Veamos.

1. Todas las mediciones sobre la opinión pública dicen, en promedio,  que el partido que encabeza las preferencias mayoritarias es el FMLN.

2. Por primera vez en la historia republicana,  los sectores que están en los estratos más bajos de la estructura social y que hacen la mayoría, tienen una expresión política concreta. Y eso es el FMLN. Por casi 200 años, solo los de arriba, las élites y los grandes propietarios fueron representados en los gobiernos.

3. Los dirigentes del FMLN y los candidatos Sánchez Cerén  y Ortiz han declarado explícitamente su plena disposición a abrirle brazos y corazones a todos los sectores  productivos, incluidos los grandes empresarios.

4. Una segunda vuelta sería dispendiosa y crisparía, innecesariamente,  a  la sociedad salvadoreña.

5. El desarrollo nacional demanda la participación deliberada y consciente de todos los salvadoreños y el FMLN es la fuerza política mayoritaria, sobre  todo en los sectores populares, que ya no puede ser soslayada y que ha acumulado experiencia en el ejercicio del poder político y en las soluciones negociadas.

6. El FMLN a lo largo de su historia y en la actualidad ha sido capaz de aglutinar sectores amplios de la sociedad con visiones progresistas y patrióticas. Por eso fue exitoso en la lucha político-militar, en la diplomacia insurgente  y en la negociación para darle fin a la guerra. Por eso,  es ahora la fuerza más representativa de los sectores populares.

Por esas y otras razones los salvadoreños deben hacer triunfar al FMLN en primera vuelta, para que pronto nos pongamos a redoblar los esfuerzos,  iniciados con los Acuerdos de Paz de 1992 y fortalecidos   en el 2009,  y trabajar por el desarrollo nacional,  con énfasis en los más necesitados.

Pongamos al país a producir en función de las posibilidades y necesidades de las mayorías. Despleguemos el potencial de todos los salvadoreños para producir y generar bienestar. Eduquémonos  todos para la eficiencia, la libertad y la dignidad. Favorezcamos el desarrollo científico y tecnológico. Abramos  mentes y corazones para procesos de diálogos democráticos que busquen consensos para resolver los grandes problemas  nacionales que ya son conocidos: subdesarrollo, pobreza, desigualdad, violencias y  exclusiones. Busquemos que nuestros grandes empresarios vean que es muy ventajoso tener un mercado interno fortalecido y que el desarrollo social es bueno para que florezcan sus empresas.

Un gran empresario y político me ha dicho que el siempre favorece aumentos frecuentes en el salario mínimo, pues cada aumento es un   factor que, inmediatamente,  dinamiza la economía y el comercio.

Grandes empresarios de El Salvador invierten, por ejemplo,  en Costa Rica. Centros comerciales magníficos, hoteles de lujo, tiendas enormes de ese país son propiedad de salvadoreños.

En Costa Rica, se paga impuesto sobre la propiedad de la tierra, todos los asalariados tienen el salario de un mes como aguinaldo, la cobertura del seguro social es universal, el estado invierte el 8 % del PIB en educación, los bancos más poderosos, incluidas las sucursales de los transnacionales, son los estatales, el presupuesto público sobrepasa los 13.500 millones de dólares. (Mientras en El Salvador con un 50%  más  de población solo tiene $4.500 millones). Solo la Universidad de Costa Rica, estatal, tiene un presupuesto de 500 millones dólares anuales. Con las otras cuatro estatales, las universidades públicas  tienen  cerca de mil millones de dólares  de presupuesto anual, mientras nuestra Universidad de El Salvador no llega a los 70 millones de dólares anuales. Y tenemos más habitantes. El Instituto Nacional de Aprendizaje, de Costa Rica, entidad encargada de capacitar obreros y técnicos en instrumentos para la producción de bienes y servicios, se financia con los aportes vía impuesto  de toda  empresa con  más de cinco trabajadores. Y esas contribuciones sobrepasan los 200 millones de dólares al año. Nuestros empresarios que invierten en Costa Rica saben todo eso. O sea que, a pesar de las campañas de miedo y anti-izquierda, propias de un proceso  electoral sin propuestas,  hay espacios para hablar en serio,  con grandes empresarios,  sobre el desarrollo nacional para todos.

Todo eso será posible cuando las estridencias propias de una contienda  electoral se hayan desvanecido. Esas tareas  de diálogos constructivos deben comenzar cuanto antes. Por eso, el FMLN debe triunfar  en primera vuelta, así el lunes 3 de febrero comenzaremos a abordar mancomunada y patrióticamente todas las tareas pendientes para que haya desarrollo, democracia y paz social y que los de abajo gocen y estabilicen su turno histórico.

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