@arpassv
Varios medios de comunicación siguen teniendo como principal “comidilla” el auge delincuencial que afecta al país, shop sobre todo los ataques pandilleriles contra policías y militares que realizan tareas de seguridad pública.
Los diarios llenan sus portadas y primeras páginas, los noticieros televisivos se saturan con notas sobre asesinatos y domina el sensacionalismo, amarillismo, enfoques sesgados, apología de la violencia, etc. Esos medios generan así un clima de zozobra que no contribuye a la solución del problema.
Tal situación plantea la urgencia de un debate a fondo sobre la cobertura periodística de la violencia y la inseguridad, y sobre cómo las prácticas mediáticas contribuyen a resolver o empeorar dicho problema.
Esta discusión incluye temas como la autorregulación mediática a través de códigos deontológicos, donde los medios establecen parámetros éticos para el abordaje informativo; así como el establecimiento de veedurías de medios que promueven las buenas prácticas mediáticas a través del monitoreo, observación crítica y contraloría social de los medios.
Los medios podrían retomar ejercicios como “Medios Unidos por la Paz (MEUNO)” realizado en 2007. Éste consistió en un acuerdo entre los principales periódicos, radios y televisoras para abordar adecuadamente la violencia.
Entre las medidas acordadas destacan: no hacer apología de la violencia, tratar con respecto a las víctimas, no publicitar a los grupos criminales, entre otras medidas que si se implementaran en este momento ayudarían a un mejor tratamiento mediático de la delincuencia e inseguridad.
¿Por qué, entonces, no reeditar este esfuerzo? ¿O es que en el aquel momento se buscaba ayudar a un gobierno afín a los grandes medios y ahora se trata más bien de afectar políticamente a otro que es de signo contrario?
Los medios de comunicación dada su incidencia en la percepción de los problemas pueden ayudar a resolverlos si los abordan correctamente, y esto es especialmente necesario y urgente en el problema de la violencia criminal.
Nuestro editorial de ayer reiteraba que la solución del problema delincuencial corresponde a todo el Estado (Ejecutivo, Fiscalía, Sistema Judicial, Asamblea Legislativa, Municipalidades) y a toda la sociedad (empresa privada, partidos políticos, academia, iglesias, organizaciones ciudadanas, medios de comunicación).
Y ahora es el turno de los medios.