Por Abdel Hadi Al-Habtour/Yedá/AFP
La ultraconservadora Arabia Saudita dio este domingo un paso simbólico a favor de las mujeres, al aceptar candidaturas femeninas para las elecciones locales, una iniciativa considerada insuficiente por los progresistas e inaceptable por los conservadores.
Las sauditas tienen hasta mediados de septiembre para presentarse como candidatas para las elecciones municipales de diciembre, que serán los primeros comicios en los que también podrán votar las mujeres.
La operación para registrar a las electoras –otro hecho inédito– empezó el 22 de agosto, en centros separados de los de los hombres.
En este reino ultraconservador del Golfo, la separación entre los sexos es la norma. Las mujeres, fuertemente discriminadas, están obligadas a llevar un atuendo que las cubre pies a cabeza y no pueden trabajar, viajar o tener un pasaporte sin la autorización de un hombre de la familia, como el padre, el esposo o un hermano.
El difunto rey Abdalá decidió en 2011 autorizar a las mujeres a votar y a ser candidatas en las municipales de 2015 porque, según dijo, «rechazaba marginar a la mujer en la sociedad saudita».
En febrero de 2013, el mismo monarca había impuesto una cuota femenina en la asamblea consultiva nacional no elegida, designando a 30 mujeres sobre un total de 150 miembros.
El rey Salman sucedió a Abdalá en enero pasado y los especialistas se preguntan si proseguirá las tímidas reformas llevadas a cabo por su hermanastro.
El diario de la capital saudí Al-Hayat indicó recientemente que unas 200 mujeres habían manifestado su interés en ser candidatas en estas elecciones municipales.
En los comicios locales, los electores elegirán a las dos terceras partes de los consejos municipales. El otro tercio es designado por las autoridades.
‘Paso positivo’
La luz verde al voto de las mujeres sauditas fue considerado insuficiente por los defensores de los derechos humanos. Human Rights Watch vio en la iniciativa una «señal de progreso», pero consideró que la medida es «insuficiente para integrar totalmente a las mujeres en la vida política» del país.
Para que el estatus de las mujeres evoluciones realmente, las «autoridades deben anular el sistema de autorización» familiar que les impide trabajar, viajar o casarse libremente, consideraba HRW en un comunicado del 20 de agosto.
La bloguera saudita Eman al Nafjan apuntó en la misma dirección afirmando, en declaraciones a la AFP, que se trataba de un «paso positivo», si bien lamentó los «numerosos obstáculos que impedirán a las mujeres ir a votar, como el tema del transporte».
De vuelta del registro para inscribirse como electora, Al Nafjan celebró que varias mujeres hicieran ya fila para cumplir con esta formalidad.
Ciertos sauditas decían animar a sus mujeres a participar en las elecciones municipales, como Fawaz Abdalá, de 35 años, encontrado el la gran ciudad portuaria de Jedah (oeste).
«El voto de las mujeres es esencial y debe alentarse su participación», dijo a la AFP.
Su parecer choca frontalmente con los más conservadores, que siguen siendo legión en Arabia Saudita y que han creado un «hashtag» en Twitter sobre «el peligro de la participación de las mujeres en las elecciones municipales».
Basan su parecer en versos del Coran o en pronunciamientos de religiosos conservadores que prohíben a la mujer tomar parte de la vida pública.
Pero también ha habido quienes han respondiendo citando otras suras del libro sagrado musulmán para apoyar el derecho de las mujeres a participar en los asuntos públicos.
Las mujeres ya tienen el derecho votar en todos los países del Golfo: Arabia Saudita era hasta ahora la excepción de la región.