Licda. Norma Guevara de Ramirios
Un partido con institucionalidad, debe dar seguridad y al mismo tiempo sorprender; ese es el proceso que está por concluir en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN, en la elección de sus autoridades el próximo domingo 16 de junio.
La militancia es dueña del proceso, que se abrió con la decisión de la Comisión Política del 6 de febrero pasado, avalada por el Consejo Nacional, en el sentido de adelantar la elección de autoridades partidarias a todo nivel, que por Estatutos, correspondería cambiar en diciembre del próximo año.
Los resultados electorales, que el 3 de febrero, colocaron a nuestro partido en la oposición; representan un desafío a nuestra colectividad política y a la ciudadanía que compartiendo valores, expectativas de cambio, creyeron que podrían asegurarlos votando por otro partido como GANA. Con el rápido correr del tiempo, la realidad pondrá las cosas en su lugar, como ha empezado a ocurrir con los posicionamientos del candidato presidencial electo, que en muchos aspectos ha evidenciado más bien, sus coincidencias con la derecha oligárquica y con las posturas e intereses imperialistas de EE. UU.
Se evidenciará que la única fuerza de izquierda en el país, es el FMLN, que su posicionamiento político será de firme defensa de los buenos cambios realizados en los últimos diez años y a lo largo del tiempo, desde que la paz se firmara en 1992, abriendo paso a un proceso democrático no carente de dificultades.
Hemos ganado con lucha desde la izquierda y el acompañamiento del pueblo, unas libertades y derechos inexistentes bajo gobiernos militares y oligárquicos; hemos ganado unos cambios institucionales que desarrollan espacios para defensa de la población, y hemos ganado unas conquistas sociales que benefician a mayorías; aunque todo esto sea insuficiente, como sin duda lo consideró una gran parte de la ciudadanía, se sabrán valorar cuando el nuevo gobierno los amenaza por su posicionamiento real: que es de derecha.
Estas conquistas, estos derechos están allá en el cantón, en el barrio, en la colonia, en la empresa o en la institución donde se estudia o trabaja, en la calle. Será necesaria una gran labor partidaria para recordar, reconocer y defender lo conquistado.
Las familias campesinas, deberán defender la propiedad de la tierra de las amenazas de concentrarla en pocas manos, deberán defender la posibilidad de contar con apoyo para cultivar, la asistencia técnica y el crédito, además los beneficios de tener salud gratuita y el paquete escolar, los subsidios al transporte, la energía y el gas.
El magisterio debe defender su estabilidad, su escalafón, su derecho a compensación por retiro y su sistema de salud. En general los trabajadores del sector público, deberán defender su derecho a la estabilidad laboral, a la libertad sindical y sus contratos colectivos.
No es casual que las organizaciones laborales, sociales y populares que marcharon el 1 de mayo, recogieran todas estas demandas como parte de su plataforma, y expresaran su preocupación ante la posibilidad de ver al nuevo gobierno, plegado a los planes desestabilizadores y guerreristas de la actual administración estadounidense.
Todos estos asuntos de enorme importancia nacional, están relacionados con la elección de autoridades del FMLN, porque su posicionamiento como fuerza política, operará como una palanca de la fuerza del pueblo en la defensa de conquistas, de la democracia y la paz.
El FMLN es el único partido, que puede hacer contrapeso a las políticas privatizadoras e injerencistas y a las violaciones de derechos de nuestro pueblo; de sus autoridades ha de surgir una dinámica de fortalecimiento político, organizativo, ideológico coherente con el rumbo de izquierda y desde esa postura, debe recuperar la confianza popular.
Las fuerzas afines al Presidente electo, lucen ansiosos por dominar concejos municipales y diputaciones, se proclaman como los dominantes en estos campos; ignorando que en el pueblo salvadoreño existen valores, memoria de lucha por la soberanía y la democracia, serán juzgados por los hechos, que apuntan desde ya en una dirección diferente a lo que prometieron.
De allí la importancia del proceso interno del FMLN, que con sus nuevas autoridades será capaz de demostrar que el frente, sí está al lado del pueblo, junto con sus aspiraciones de más democracia y más justicia.
Caras nuevas surgirán sin duda en las autoridades del FMLN, y más claridad de rumbo revolucionario en unidad; porque ha sido así a lo largo de su recorrido histórico, en el que ha sabido reconocer errores, corregir y hacer la lectura adecuada de los desafíos en cada tiempo.
La militancia tiene en sus manos, seleccionar a los y las que mejor garanticen el posicionamiento político ideológico apropiado, frente a un gobierno de derecha; y los incrédulos serán sorprendidos.