Por Wilfredo Arriola
A Salvador Dalí le preguntaron en el aeropuerto a la hora de su salida, Señor Dalí, lleva usted algo de valor, a lo que él respondió: Yo, por completo. La personalidad es algo que vamos cambiando conforme pasa el tiempo, hay muchos factores que modifican esa conducta y que el resultado de esas sucesiones nos arroja una forma de ser que se va tornando diferente por vivencias, por temporadas y por cómo vamos abordando esas facetas.
La personalidad es una de las cosas más maravillosas de la vida, por lo que elegimos a alguien y por esas mismas razones por las que no decidimos por alguien. Es así, hay lazos que se van construyendo de poco en poco, los que terminan siendo los más fuertes y hay otros, que no tienen cimientos sólidos y el cambio de esa personalidad drástica fueron los que determinaron tomar nuevos rumbos. Existen personalidades excéntricas, arrolladoras, magnéticas que generan querer estar cerca de esas personas por su manera de comportarse, de hablar, de ser, inclusive por la rebeldía.
Hace poco, un futbolista de élite, ya en su terminada carrera salió campeón de la liga donde participaba. Zlatan Ibrahimović, coronó su carrera con un Scudetto’ histórico con el Inter de Milán y en la celebración salió del vestuario para reunirse con los aficionados en el estadio San Siro Italia, agitando una botella de champagne y fumándose un puro, mostrándose muy a gusto siendo lo que ha sido, un personaje con una personalidad influyente por tantas declaraciones hechas a lo largo de su carrera, y naturalmente por la calidad deportiva mostrada. Quizá en su última celebración lo hizo como él quería y determinando su personalidad tan autentica por años. Grandes futbolistas se han comportado de esa manera, tales como: Diego Armando Maradona, nuestro mítico Jorge Gonzáles, así como otros personajes con una manera de ser que les ha dado un espacio a la crítica y a la admiración, pero sobre todo siempre siendo ellos.
Siempre que existe una pregunta, existe un camino de búsqueda, de auto conocimiento personal. A estos personajes se les recuerda por lo hecho, y también por lo dicho que siempre va de la mano. A lo mejor, en el pasado fuimos elegidos por nuestra personalidad y también aislados por la misma circunstancia. Hoy por hoy, es probable que hayamos pulido aquello inconcluso y modificado áreas que no estaban del todo bien. ¿Nos eligen por lo que somos, tenemos esa personalidad magnética o… pasamos desapercibidos por otro telón? Cada uno lo define y cada uno hace de quién es, una fiesta para vivir desde cualquier escenario, desde el protagonismo o desde la soledad donde uno elige a sus acompañantes. No todo lo pomposo es digno de mérito, siempre hay algo más, y a veces eso, está en el anonimato.