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Por Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso
La mayoría de las ciudades en el mundo, se identifican por algunos elementos importantes como su cultura, costumbres y personajes, entre otros, que los diferencian de terceros, por ende, Santa Tecla no es la excepción, las siguientes líneas van dedicadas a una celebridad de antaño en la Ciudad de Las Colinas.
Emilio Ruano Pineda, nació en esta metrópoli un 29 de abril de 1936, hijo de Nicolás Ruano (+) y Simona Pineda (+), de grata recordación, de acuerdo con datos obtenidos de su cédula de identidad personal, que aún conserva.
A don Emilio Ruano no es extraño hallarlo las tardes de domingo en los encuentros de papi fútbol de El Cafetalón; a sus 88 años disfruta la buena música del recuerdo que programa en el lugar el pionero de las discotecas móviles en Santa Tecla Óscar Valle y su Sonido Pesado, en compañía de su inseparable amigo el “Tuca” Merino.
Su apelativo según algunos se deriva por el carisma que tuvo entre las féminas de su época, ya que, en esos años solía ataviarse con zapatos y pantalón blanco ajustado a la cadera y una camisa roja, al estilo de Tony Manero de “Fiebre de sábado por la noche” cuando frecuentaba un salón de baile llamado “El Espinero” que se ubicó sobre la 4ª calle oriente, en las cercanías de la residencia del historiador tecleño Roberto Molina y Morales (+).
En lo laboral, brindó sus servicios para el beneficio Daglio como motorista, lo que no lo dispensó de cargar bultos de café, con los años adquirió un camión con el que trasladó el aromático grano a todo el país. Entre sus amigos se cuenta una simpática anécdota ocurrida en Sonsonate cuando este se dirigía con bultos de café hacía el Puerto de Acajutla, en la que detuvo su camión frente al monumento al ferrocarril, esperando que este atravesara la calle; provocando un fuerte congestionamiento, hasta que le hicieron ver su error, generando risas entre los involucrados y prosiguiendo cada uno su camino.
En la década del 70 jugó para equipos no federados de El Cafetalón como Daglio y Figueroa respectivamente, años más tarde en papi fútbol con los combinados del Chatarra del exalcalde Ovidio Palomo (+), y Alianza. Es reconocido por ser uno de los responsables de la instalación de postes de alumbrado artificial en las canchas antes mencionadas.
Recientemente fue nominado uno de los dos escenarios deportivos con su nombre, por lo que este reconocimiento llega en buena hora, cumpliéndose así la famosa exhortación “en vida hermano, en vida”.
Sirva este sencillo homenaje en el marco de su próximo cumpleaños a un ícono de la Santa Tecla del ayer. En futuras publicaciones seguiremos conociendo a otra celebridad del deporte tecleño que fulguraron en la historia de la única e irrepetible Ciudad de Las Colinas.
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