ANTIGUA Y MISTICA ORDEN ROSAE CRUCIS, nurse AMORC
La demasiada importancia del dinero
Volviendo al asunto del dinero, no se trata de caer en la caricatura de la demagogia. Siendo moneda de cambio consideramos que es una necesidad para vivir en sociedad. Todos lo necesitamos para adquirir lo necesario para nuestro bienestar material y para satisfacer los placeres legítimos que nos puede ofrecer la existencia. Sin embargo, al pasar el tiempo, adquirió demasiada importancia, al punto de condicionar y gobernar prácticamente todos los sectores de la actividad humana. Actualmente es objeto de un verdadero culto que sustituye a la religión y que reúne el mayor número de adeptos en el mundo. Desgraciadamente, a diario se sacrifican en su altar los valores éticos más elementales (la honestidad , la integridad, la equidad, la solidaridad, etc.), de tal manera que represen ta más que nunca un vector de degradación.
No hay que deducir de lo anterior que los Rosacruces son partida-rios del “voto de pobreza” y que piensan que la riqueza material y la espiritualidad son incompatibles entre sí. Desde que el ser humano apareció en la Tierra, siempre trató de mejorar sus condiciones de vida y de ser feliz. Esta tendencia es parte intrínseca de su naturaleza profunda y hay que incluirla en el proceso que llamamos “evolución”. Sin embargo esto no quiere decir, que Según nosotros, la felicidad a la que aspiran los seres humanos más o menos conscientemente, se halla en el equilibrio entre lo material y lo espiritual, y uno de ellos excluye del otro. Es la razón por la cual cualquier individuo que se dedica únicamente a la espiritualidad, al punto de privarse de los placeres legítimos de la vida, no puede ser feliz. Y lo mismo sucede con aquellos que hacen de las posesiones materiales el único fundamento de su bienestar y de su dicha. Esto explica porque una cantidad cada vez mayor de personas que se consideran de medios económicos altos, se sienten desdichadas en lo más profundo de sí mismas. Si es así, es porque sufren de un vacío interno que “todo el oro del mundo” no podría llenar. De ahí procede el dicho “El dinero no compra la felicidad”; aunque en cierto modo sea capaz de contribuir a alcanzarla.
El hombre: cuerpo y alma
Si admitimos que el ser humano no está compuesto exclusivamente por un cuerpo material mantenido vivo mediante un conjunto de procesos fisicoquímicos, sino que también posee un alma, podemos fácilmente comprender que ésta necesita también de cierta forma de alimento: o sea la espiritualidad. Pero, ¿qué es la espiritualidad? Con base en lo que hemos dicho con anterioridad, la espiritualidad trasciende la religiosidad. Dicho de otro modo, no se limita a creer en Dios y a seguir a un credo religioso, por más respetable que sea En realidad, consiste en la búsqueda del sentido profundo de la existencia y en despertar gradualmente lo mejor de nuestro ser. Sin embargo, esta búsqueda de sentido y de perfeccionamiento está cruelmente ausente en la actualidad, de ahí se origina el estado caótico del mundo y el marasmo en el que está hundiéndose desde hace numerosas décadas.
(continuará)