Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Con la finalidad de hacer cumplir sus derechos laborales, decenas de empleados que integran el Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa (SITRAL) continuaron con el paro de labores en ese órgano de Estado, para exigir el reinstalo de cuatro trabajadores despedidos por Norman Quijano.
Entre otras denuncias, los sindicalistas afirmaron que se les vulneran derechos adquiridos como es el pago de horas extras, aplicación del escalafón, entrega de uniformes de trabajo, entre otros que se encuentran consignados en el presupuesto de la Asamblea Legislativa.
“Pedimos el reinstalo de los cuatro compañeros a quienes tanto el Tribunal del Servicio Civil como la Sala de lo Constitucional ha ordenado se reinstalen de inmediato, estas resoluciones se dieron en diciembre y a la fecha no se les ha dado continuidad”, dijo Carmen Sosa, secretaria de la Comisión de la Mujer del SITRAL.
La representante de SITRAL detalló que Mario Ponce, presidente de la Asamblea Legislativa, en lugar de acatar estas resoluciones envió un amparo a la Sala de lo Constitucional para que retrase los procesos.
Sosa, asimismo, agregó que el paro tiene la finalidad de exigir al titular de ese órgano de Estado el respeto de los derechos laborales, ya que destacó que en dos unidades de la institución existen gerentes que maltratan a los empleados, refiriéndose a ellos con expresiones soeces.
“Él (Mario Ponce) dijo que no iba a permitir capataces, tenemos dos problemas: uno en la unidad de transporte y otro en la Oficina Departamental de Santa Ana, quienes tienen gerentes que maltratan a los empleados; se lo dijimos y no hizo nada, entonces su mensaje es de doble moral”, externó Sosa. Los sindicalistas denunciaron que quienes dirigen la Asamblea Legislativa prefieren mantener las plazas fantasmas con salarios de miles de dólares mensuales y no reinstalar a trabajadores que cumplen con sus labores y tienen salarios bajos.
SITRAL indicó que desde hace varios meses solicitaron reuniones con miembros de la Junta Directiva y el presidente de la Asamblea Legislativa, las cuales no fueron atendidas y por ello se vieron obligados a paralizar labores en el congreso; además, anunciaron el desarrollo de una huelga de hambre.