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César Villalona
Los dirigentes políticos y empresariales de ARENA dicen que los gobiernos del FMLN no generan empleo porque ahuyentan la inversión privada. Sin embargo, los datos del ISSS muestran que en los dos gobiernos del FMLN se han creado muchos más empleos que en los últimos dos gobiernos de ARENA.
En los 10 años transcurridos entre el gobierno de Francisco Flores y el de Antonio Saca se crearon 96,021 empleos formales, a razón de 9,602 por año. En los nueve años de gobiernos del FMLN se crearon 151,673 empleos, a razón de 16,852 por año. En el caso del empleo en el sector privado, los gobiernos de ARENA crearon 92,182 y los del FMLN 120,988 en nueve años.
Sobre el empleo rural, donde el 98% de la población laboral no cotiza al ISSS, las encuestas de hogares registran una pérdida de 95,266 en los últimos dos gobiernos de ARENA, cuando la población ocupada disminuyó de 534,254 a 438,988. Y en ocho años de gobiernos del FMLN (la última encuesta es de 2017) se crearon 72,208 empleos, pues la población laboral aumentó a 511,196.
Como en los últimos gobiernos de ARENA se generaron 96,021 empleos formales y se perdieron 95,266 en el agro, el saldo neto es de 755 empleos creados, 75 por año. En cambio, en los gobiernos del FMLN se han creado 151,673 empleos formales y 72,208 en el campo, lo que da un total de 233,881, casi 25,000 por año. La diferencia es abismal.
La destrucción de empleo rural en los gobiernos de ARENA se debió a una apolítica hostil al agro que provocó una fuerte emigración al exterior y a las áreas urbanas, donde creció la informalidad. Y el aumento del empleo formal y rural durante los gobiernos del FMLN se debe a la mayor inversión pública y privada y a la efectividad de la política agraria. Sectores de oposición dicen lo contrario pero están equivocados.
Pese al fracaso de ARENA en la generación de empleo, su actual candidato a la presidencia, Carlos Callejas, promete generar 350,000 puestos de trabajo si llegara a gobernar. Pero como el señor Calleja no explica cómo lograría esa meta, podemos asegurar que su promesa es una consigna de campaña sin sustento técnico.
