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Rosmeri Alfaro
@DiarioCoLatino
Tras casi cuatro meses de confinamiento, El Salvador inició este lunes con la reapertura de las actividades comerciales y, aunque los micros, pequeños, medianos y grandes empresarios mostraron su satisfacción, afirmaron estar alerta ante los efectos de la cuarentena y la “nueva normalidad”.
Según el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Eduardo Cáder, los desempleos en el sector formal podrían rondar las 90,000 personas, de acuerdo con la base de cotizantes en sus registros.
Las medidas ante la pandemia de COVID-19 fueron implementadas desde finales de febrero y la primera cuarentena domiciliaria desde el 21 de marzo. Cabe destacar que el confinamiento fue extendido hasta el 16 de junio, cuando inició la fase 1 de reapertura; lo cual -de acuerdo con diferentes gremiales- provocó pérdidas millonarias al sector. “Cada una de las empresas está retornado a trabajar gravemente golpeada económicamente”, dijo Cáder.
El último sondeo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) arrojó que el 17 % de las micro y medianas empresas claudicaron durante el cierre económico, el 37 % han estado cerradas y podrían ir a la quiebra técnica en cualquier momento.
El director ejecutivo de la ASI, Jorge Arriaza coincidió con las autoridades de la Camarasal, al afirmar que “las empresas necesitan capital de trabajo después de haber estado cuatro meses sin ingresos, por lo que es importante que se tenga la voluntad política en los dos órganos de Estado para agilizar el tema del Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas”.
Sobre este tema, la gremial ha reiterado que “el sector productivo necesita que se le deje de restar liquidez, con pagos diferidos y otras figuras”; además, necesitan lograr la reinvención de los negocios y la modernización de los sectores, así como la inyección de liquidez, por lo que “urge la implementación del fideicomiso”, que incluye $600 millones para apoyar a mipymes afectadas por la crisis de la COVID-19.
Tras la reapertura económica, el presidente de CAMARASAL, Jorge Hasbún, pidió gradualidad y autorregulación a las empresas, a pocos días de que la economía salvadoreña abra totalmente. Los lugares de entretenimiento siguen cerrados.
“No es necesario abrir de golpe la economía. Estamos recomendando que no se abra más del 50 % hasta que todos tengamos al 100 % las medidas de bioseguridad instaladas. Todos nos merecemos la economía, pero de forma ordenada”, dijo Hasbún, quien expuso que “el problema económico hasta ahora lo vamos a empezar a dimensionar, cuando podamos medir el volumen de la economía”.
“El país tendrá un impacto económico profundo que solo se revertirá trabajando, innovando y atrayendo inversión. Las empresas pueden estar abiertas, pero su productividad puede estar en un 30 % (…). El tema de los protocolos de bioseguridad es muy importante, porque son diferentes las medidas que se van a tomar en un restaurante como las que van a tomar en una discoteca, por ejemplo”, manifestó en una entrevista televisiva.
El ministro de Trabajo, Rolando Castro comunicó que el Gobierno desarrolló un protocolo marco y 31 protocolos adicionales para cada segmento productivo del país, para prevenir contagios por COVID-19. Advirtió que, de observar que una empresa no cumple las diferentes medidas de seguridad, el Ministerio será riguroso y puede llegar al cierre temporal de la misma.
