Brasilia/AFP
Las multinacionales brasileñas salpicadas por un escándalo de carne adulterada aseguraron este sábado que la calidad de sus productos no está en cuestión, mientras crece el temor entre la población de encontrar alimentos en mal estado en las góndolas de los supermercados.
Una investigación de dos años destapó el viernes un esquema corrupto en el que inspectores sanitarios supuestamente recibían sobornos para autorizar la producción de alimentos no aptos para el consumo.
Se emitieron 27 órdenes de prisión preventiva y al menos tres frigoríficos fueron clausurados este viernes, uno dedicado al sacrificio de pollos (del grupo multinacional BRF) y dos de la empresa local Peccin que fabricaban mortadelas y salchichas, precisó el ministerio de Agricultura.
Otros 21 establecimientos están bajo investigación y el ministerio de Agricultura apartó de su cargo a 33 funcionarios involucrados en el esquema.
Las autoridades no especificaron en qué instituciones se constataron los productos irregulares, pero afirmaron que en frigoríficos de pequeño porte se detectó el uso de «productos cancerígenos para maquillar el aspecto físico del producto averiado, el olor», según dijo el comisario Moscardi Grillo en una conferencia de prensa en Curitiba (sur), desde donde se dirigió la operación.
Además de la gigante BRF (dueña de las marcas Sadia y Perdigao), entre las empresas investigadas figura JBS, líder mundial en el mercado de carne, dueña de las marcas Big Frango, Seara Alimentos y Swift, entre otras.
«En el despacho de la Justicia Federal que desató la operación, no hay ninguna mención a irregularidades sanitarias o a la calidad de los productos de JBS y sus marcas», afirmó JBS en un comunicado que ocupaba una página entera en el periódico impreso O Globo.
Publicidad con Robert de Niro
La televisión continuaba mostrando este sábado al célebre actor estadounidense Robert de Niro en una publicidad de jamón «gourmet» de la marca Seara, propiedad de JBS. En la pieza, De Niro aparece en la provincia de Parma degustando rodajas de jamón con «auténtico sabor italiano», según una de sus líneas en el comercial.
En otro espacio contratado en una página completa en los períodicos, el grupo BRF «asegura su alta calidad y la seguridad de sus productos y garantiza que no hay ningún riesgo para sus consumidores».
Pero para la profesora Silvia Farías, que hace sus compras en un supermercado de Rio de Janeiro, los reportes de que algunos frigoríficos podrían haber adulterado el pollo con cartón son preocupantes.
«Vamos al supermercado, compramos carne para que consuma nuestra familia y ¿qué esperamos? Que esté en buen estado, nunca iba a imaginar que la carne podría estar mezclada con cartón», dijo a la AFP.
Preocupación con exportaciones
Brasil es el primer exportador mundial de carne bovina y avícola, con presencia en por lo menos 150 países. El impacto de este escándalo en el extranjero preocupa a las autoridades brasileñas en un momento en que busca acelerar un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
Eumar Novacki, secretario ejecutivo del Ministerio de Agricultura, admitió que existe «recelo» de que se cierren mercados, pero afirmó que las irregularidades detectadas constituyen un «hecho aislado» dentro del «robusto» sistema de vigilancia sanitaria brasileño.
«No se puede colocar en jaque el sistema entero por la conducta de una minoría», alegó Novacki, quien aseguró que todos las exportaciones brasileñas son fiscalizadas también al llegar a otros países, por lo que descarta que cualquier producto adulterado llegue a ser distribuido en el exterior.