Desde donde estemos, ciudades, barrios, playas, hoteles, donde sea, después de abrazar a nuestros seres queridos, el 31 de diciembre a medida noche, que suenen nuestras cacerolas para protestar contra este gobierno, escribió en su cuenta en Twitter la activista social Cielo Rusinque.
A la convocatoria también se sumó el senador Gustavo Bolívar, de la Lista de los Decentes, quien llamó a que este día ‘en vez de pólvora peligrosa que suenen las cacerolas de la dignidad’.
Por su parte, Jorge Rojas, activista social y defensor de la paz, instó a que este 31 de diciembre sea el día de la indignación en Colombia y a que se proteste contra la polémica reforma tributaria, la violación de derechos humanos y el asesinato de líderes sociales.
Además, en rechazo al aumento del salario mínimo para 2020 anunciado la semana pasada por el gobierno y considerado insuficiente por los sindicatos, así como a favor de la implementación del Acuerdo de Paz firmado en 2016 por el Estado y la exguerrilla FARC-EP.
La convocatoria tomó fuerza después de que el presidente Iván Duque comunicó que, incluyendo el auxilio en transporte, el salario mínimo mensual para 2020 quedará ubicado en 980 mil 657 pesos (unos 280 dólares), un monto que está por debajo de lo solicitado por los sindicatos.
Trabajadores agrupados en varias de las principales centrales sindicales y las confederaciones de pensionados propusieron un salario mínimo mensual de un millón de pesos, acorde con las necesidades de las familias colombianas y que les permitiera una vida digna y cubriera la canasta familiar.
‘El decreto unilateral de Duque del salario mínimo de un miserable 6,0 por ciento muestra que solo gobierna para los empresarios. Se sigue de espaldas al país. Una nueva burla a los trabajadores vulnerables. Unidad para avanzar viva el paro nacional’, expresó Fabio Arias, fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores.