Davos / AFP
En el Foro de Davos, todo el mundo prometió plantar árboles para luchar contra el cambio climático, incluso Donald Trump, aunque no lograron convencer a los ecologistas.
En cada edición del foro económico que tiene lugar en la estación de esquí suiza, el puesto de la aseguradora Zurich siempre es uno de los más visitados porque suele repartir gorros para combatir el frío.
Pero este año, hay una novedad: la aseguradora promete plantar un árbol por cada gorro que regale. El martes por la tarde, en el primer día del Foro Económico Mundial, el contador ya marcaba 5.250.
La idea de plantar árboles para compensar las emisiones de CO2 cada vez gana más fuerza en Davos.
Incluso el presidente estadounidense, Donald Trump, prometió el martes que secundaría la iniciativa «1 billón de árboles» (para plantar o salvar) lanzada por los organizadores del Foro Económico Mundial.
Según el Foro, se trata de montar una plataforma para «unificar» las iniciativas que promueven la plantación o conservación de bosques.
«Los árboles son uno de los mejores medios para captar el gas carbónico y frenar los peores efectos del cambio climático», indicó Marc Benioff, jefe de la empresa de software Salesforce, socia del proyecto.
Pero los militantes ecologistas, empezando por la joven sueca Greta Thunberg, que fue invitada a Davos, recibieron la iniciativa con recelo.
«Nosotros no les decimos que ‘compensen sus emisiones’ simplemente pagándole a alguien para que plante árboles en lugares como África, mientras que al mismo tiempo se masacran otros bosques, como el Amazonas, a una rapidez mucho mayor», declaró.
Muchas de las empresas representadas en Davos, como las petroleras Shell o Total, anunciaron hace tiempo proyectos que incluyen la plantación de árboles para compensar las emisiones de CO2, algo que también hicieron algunas aerolíneas.