Luis Armando González
Redacto estas líneas a toda prisa, no sin antes haber meditado lo que pondré en ellas. Las escribo motivado por la preocupación que me genera la situación de crisis institucional de la Universidad Gerardo Barrios (UGB). No pretendo añadir más complicaciones a las ya existentes en esa casa de estudios superiores, pero sí manifestar mi defensa irrestricta de su institucionalidad, la cual está siendo amenazada debido –según reza un comunicado de sus autoridades académicas legalmente acreditadas ante el MINEDUCYT— a “graves violaciones a sus estatutos y reglamentos institucionales” que han llevado a la “usurpación del cargo de Rector”.
He visto de cerca –y he acompañado en distintos momentos— los intensos esfuerzos realizados por actores clave de la UGB para convertir a su universidad en una institución sólida en sus normativas de funcionamiento y en su compromiso con la educación superior. He celebrado cada logro institucional de la UGB, por considerar que ello redunda en beneficio de la educación superior de El Salvador.
Ahora que me informo de que su institucionalidad está siendo socavada no puedo menos que sentirme preocupado y clamar porque el Rector de la UGB, Licenciado José Salvador Alvarenga, sea restituido en su cargo lo más pronto posible. Sólo así, la UGB seguirá por el camino que corresponde a una universidad que se precie de tal; es decir, el del respeto a los procedimientos y normativas institucionales y el del rechazo a la imposición, el abuso y la arbitrariedad.
Finalmente, dejo constancia de mi solidaridad con el Rector José Salvador Alvarenga, así como con quienes, al interior de la UGB, están librando la batalla por la institucionalidad universitaria. Apoyo su compromiso y lo hago mío como docente de ese centro de estudios superiores.
San Salvador, 27 de febrero de 2025