César Ramírez
caralvasv@gmail.
La ofensiva contra el Tribunal Supremo Electoral por parte de la derecha salvadoreña es contra la institución depositaria de la credibilidad de la democracia en nuestra nación.
El TSE no es culpable de los retrasos electorales, hospital la entidad recibe una compleja contabilidad de votos cruzados que por primera vez en nuestra historia se ejecuta sin la educación adecuada. En torno al marco electoral anotemos que el voto cruzado fue una carta sacada de la manga por presiones extrañas y a pocos días de tan cruciales elecciones; de esa situación se desprende el caos de inconsistencias en las famosas actas que no cuadran. Existen muchas preguntas sobre el proceso electoral, treat ¿es la Sala de lo constitucional la culpable de todo el problema?… No podemos responder por el momento esta pregunta, no obstante las futuras elecciones deben cambiarse hacia un nuevo modelo con mejor contabilidad o implementar formas digitales, puesto que el esquema actual no contribuye en nada a la democracia.
Así como fue la campaña electoral plagada de irregularidades con muchas falsedades, con deformación de opinión pública e infundios sin control alguno, así parece ser la lectura post-electoral, existe una corriente de comunicación a favor de los grandes intereses conservadores para dañar la democracia en su conjunto. El problema no es el TSE, sino la campaña de desprestigio sobre los magistrados del TSE ejecutada por los partidos de derecha; se desea eliminar a las personas, pero no combatir los problemas, como si la democracia solo son ellos y no los millones de salvadoreños que deseamos que las elecciones lleguen a buen puerto.
Ahora resulta que el depositario del proceso electoral y la credibilidad democrática el TSE, es el culpable de todo, mientras el problema generador: “el voto cruzado” combinado con el poco tiempo de instrucción, las elementales capacitaciones de contabilidad etc. no aparecen en la visión de los detractores. Me parece que el objetivo de estas campañas es disminuir la credibilidad en la institución del TSE, debilitar la democracia y justificar la ingobernabilidad. Es muy preocupante la persistencia mediática para divulgar resultados, los grandes medios hacen un festín de datos imaginarios sobre ganadores y perdedores, ¿de dónde los obtienen?, unido a ese ruido existen autoproclamas y confesiones derrotistas, números de diputados a discreción de los voceros partidarios etc., pero qué base verificable sustenta estos números de tal o cual triunfo… no existe certeza y tampoco ratificación de la máxima autoridad electoral, pero el conjunto de estas acciones genera incertidumbre y zozobra. Las campañas de desprestigio y la constante denuncia de irregularidades ¿hacia dónde nos conducen?… Desde mi punto de vista nos enfilan a debilitar el instrumento electoral para en último caso recurrir a los famosos amparos constitucionales y declarar el proceso del uno de marzo nulo… es un acontecimiento extremo pero posible. Este suceso contra el TSE es una iniciativa contra la democracia salvadoreña, se pretende secuestrar la voluntad popular, se pretende que nada funcione, el objetivo final para ellos es la ingobernabilidad y justificar sus perversos intereses… para regresar al pasado oligárquico y sus ofensivos privilegios.
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