El 10 de octubre de 1980, cinco fuerzas guerrilleras, cuatro de ellas nacida en el fragor de la lucha popular en la década de los 70 –FPL, ERP, RN y PRTC-, y el PCS en 1930, deciden conformar un frente político-militar para luchar contra la dictadura castrense, que gobernaba para la más oprobiosa oligarquía criolla, que con sus tentáculos internacionales y su riqueza producto de la explotación financiaba los escuadrones de la muerte para sembrar miedo y terror ante la guerra de liberación que iba a iniciarse oficialmente el 10 de enero de 1981.
El FMLN logró no solo importantes triunfos políticos militares durante 12 años de guerra civil, sino el reconocimiento internacional, tras la declaración franco-mexicana, que lo llevó, con su aliado, el Frente Democrático Revolucionario (FDR), a crear en América Latina, en Europa, y hasta en Estados Unidos, sus propias “sedes diplomáticas”.
Y tras dos campañas militares estratégicas y de gran envergadura, noviembre de 1989 y 1990, logra que las Naciones Unidas y otros países llamados amigos –España, México, Venezuela, mediaran para terminar la guerra de liberación tras un Acuerdo de Paz, que hoy es cuestionado por la derecha recalcitrante, al comparar aquellos años con los episodios dantescos de la violencia criminal existente en el país actualmente, pero que indudablemente no tiene comparación alguna.
Diecisiete años tardó el FMLN desde la firma de la paz -1992- para llegar al poder, es decir, al Ejecutivo, en 2009, con Mauricio Funes como Presidente, y en 2014 un segundo periodo con el Profesor Salvador Sánchez Cerén como Presidente.
Este día el FMLN celebra su 38 aniversario de fundación, con la inscripción de Hugo Martínez y Karina Sosa como candidatos a la Presidencia de la República, y sin lugar a equivocarnos, de las cuatro fórmulas que aspiran a conducir el Ejecutivo a partir del uno de junio del próximo año, Hugo y Karina son los mejor preparados, pese a que las encuestas no los favorecen.
Pero siendo que Hugo y Karina conforman la única fórmula presidencial de izquierda, no solo porque representan al FMLN, sino, porque vienen de hogares humildes de El Salvador, los cuadros históricos y nuevos del FMLN están llamados a trabajar intensamente para revertir las encuestas, ganándose la confianza del pueblo para un tercer periodo de gobierno del FMLN, con el compromiso de rectificar los yerros cometidos y profundizar los cambios iniciados en 2009. Este debe ser el compromiso de los efemelenistas, por los miles que cayeron en el fragor del combate o como desaparecidos en la lucha de liberación.