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A escala mundial, cada uno de mayo, la clase trabajadora en general, es decir, desde los trabajadores de las fábricas o maquilas, hasta los empleados públicos o privados, conmemoran la gesta heroica de Chicago.
Y es que en mayo de 1884, tras la convención de la Federación de Trabajadores de Estados Unidos y Canadá, se llama a la clase trabajadora a luchar por la jornada laboral de ocho horas. Las horas laborales eran de 10, 12 y hasta 16 horas.
Las ocho horas iban a entrar en efecto a partir del uno de mayo de 1886, pero los trabajadores tuvieron que hacer marchas y huelgas para que aquella reivindicación se hiciera realidad.
La respuesta ante la huelga y las marchas fue la captura de los dirigentes sindicales, cinco de ellos fueron posteriormente ahorcados y tres más que fueron mantenidos en cautiverio.
En el prefacio del Manifiesto Comunista, Karl Marx y Federico Engels se refieren a ese hecho histórico, que también fue retomado por la Segunda Internacional, y declara el uno de mayo como el Día Internacional del Trabajador.
Desde aquellas fechas, la clase trabajadora mundial celebra su Día con marchas y un pliego de peticiones de carácter reivindicativas, y El Salvador no es la excepción.
Las marchas de ayer constan una serie de peticiones de la clase trabajadora organizada y revolucionaria, entre estas el rechazo total a la explotación minera. Esta es una bandera de lucha de la clase trabajadora, de hace varios años, y que también es acompañada por la Iglesia católica.
De igual forma la no privatización del agua, salud y educación. Es de lamentar que en la Asamblea Legislativa la ley del agua ha sido obstaculizada, porque los diputados de derecha quieren imponer su criterio para que sea el sector privado quien determine las políticas del agua en El Salvador, que es lo mismo que privatizar el agua.
Y ante el predominio de los diputados de derecha, en la nueva legislatura, las amenazas de las privatizaciones resurgen con fuerza, de ahí que la clase trabajadora debe mantener su lucha antiprivatizadora, a la par de los diputados y partido FMLN, para librar las batallas que se avizoran en el horizonte inmediato.
