El Día Internacional del Trabajo Doméstico se celebra cada 22 de julio. Declarado oficialmente en 1983, durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe,1 para reconocer la contribución de las labores de las mujeres en los hogares, actividades que siguen siendo objeto de discriminación, sobre todo desde el punto de vista económico.
Generalmente las mujeres contribuyen al desarrollo no sólo mediante su trabajo también realizan una importante labor no remunerada a través el trabajo doméstico. Esta labor no se mide en términos cuantitativos y no se valora en las cuentas nacionales, no tiene además un marco legal que garantice los derechos a este sector.
Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) en el año 2014, más de 880 mil personas están dedicadas al trabajo doméstico, del cual más del 99% lo constituyen mujeres, cuyas edades oscilan entre los 18 y 54 años.
Es importante destacar que el Convenio sobre las trabajadoras o los trabajadores domésticos o Convenio sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos ha establecido normas laborales para los trabajadores domésticos. Se trata del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y fue adoptado históricamente durante la 100ª reunión de la OIT el 16 de junio de 2011. Se estima que hay entre 53 hasta 100 millones de trabajadores domésticos en todo el mundo, si bien en muchos casos se trata de trabajo en forma subterránea, es decir invisibilizado o ignorado.
Es importante destacar que en El Salvador las organizaciones de mujeres han fortalecido su trabajo de denuncia de los atropellos a este sector poblacional y trabajan para posicionar en la agenda pública la importancia de regular el trabajo doméstico.
Muestra de ello es que el año 2012 la Asociación de Mujeres Mélida Anaya Montes “Las Mélidas”; la Asociación de Mujeres Transformando “MT”; la Organización Salvadoreña por la Paz “ORMUSA”, la Federación de Asociaciones y Sindicatos Independientes de El Salvador “FEASIES”, la Concertación por un Empleo Digno para las Mujeres “CEDM”, el Centro de Derechos Laborales “IDHUCA” y el grupo de Monitoreo Independiente “GMIES” presentaron el “Anteproyecto de Reforma al código de trabajo para regular la situación de las personas trabajadoras del hogar”, sin embargo esta reforma aún es una deuda pendiente con las mujeres que trabajan en el sector del quehacer doméstico.
En esta fecha, CIDEP hace un llamado a todas aquellas instancias del Estado encargadas de velar por el respeto y garantía de los derechos humanos, sobre todo de las poblaciones más excluidas, a priorizar en la protección de los sectores poblacionales que realizan trabajo doméstico remunerado y no remunerado. Al mismo tiempo, saludamos a todas aquellas personas trabajadoras del hogar, que con su valioso esfuerzo aportan a la economía del país y al desarrollo de la sociedad.