Al abogar por un cambio de política de Washington, The Intercept señala que Cuba es el país más pequeño del mundo en producir sus propias vacunas contra la Covid-19 y cinco inmunizaciones están en ensayos clínicos.
Mientras el Gobierno estadounidense habla de apoyar la vacunación mundial la publicación destaca las sanciones contra Cuba y Venezuela.
Cita por ejemplo que La Habana informó que el país podría producir 100 millones de dosis para finales de año, 70 millones más de lo que necesitan internamente. Y aunque el Gobierno cubano está centrado en vacunar primero a su propia población, precisa, la exportación de vacunas desde la isla podría ser pronto una realidad.
Según un borrador de un discurso compartido con The Intercept, Cuba anunciará la intención del país en la Cumbre de la Internacional Progresista para el Internacionalismo de las Vacunas de abrir un debate sobre cómo movilizar a sus candidatos a vacunas para apoyar a otros países que soliciten ayuda.
Sin embargo, señala la publicación, es probable que cualquier plan de este tipo tenga un alcance limitado como consecuencia del bloqueo comercial y las sanciones impuestas por Estados Unidos al país durante décadas.
Estas políticas complican gravemente el acceso de Cuba a la financiación internacional, y los dirigentes de La Habana afirman que contribuyen a una escasez de suministros agobiante, señaló.
Al mismo tiempo, agregó,las duras sanciones restringen el acceso a las vacunas y los tratamientos en Venezuela, donde las tasas de inmunización siguen siendo bajas mientras los casos de coronavirus aumentan.
Las condiciones en los dos países ofrecen claros ejemplos de cómo las sanciones de Washington podrían socavar la lucha mundial contra la pandemia, denunció.
Aunque la administración Biden se comprometió a liderar los esfuerzos internacionales para distribuir vacunas en todo el mundo, las restricciones económicas para hacer negocios con Cuba y Venezuela amenazan con socavar esa misma promesa, advirtió The Intercept.
Según una encuesta de Data for Progress, que el grupo encargó y compartió con The Intercept antes de su publicación, la mayoría de los estadounidenses cree que las políticas de Washington hacia Cuba y Venezuela deben cambiar en aras de la lucha contra la pandemia.
El 66 por ciento de los encuestados dijo que apoyan ‘que los legisladores suspendan el bloqueo para que Cuba pueda proporcionar tratamientos que salvan vidas a los países pobres’.