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@GloriaCoLatino
La época alta del desove de la tortuga marina comienza en el mes de octubre, y los tortugueros -lo saben- ellos compartirán espacios de playa a tan solo 1 ó 2 metros de distancia que la hará lucir repleta, y en donde todos estarán atentos, alertas y escudriñando el horizonte donde las olas oscuras del océano dejan contemplar el milagroso círculo de la vida de los quelonios.
No es para menos, comentó Saúl Hernández, poblador y cuidador de un vivero de tortuga marina, en una sola noche se puede registrar arribos entre 60, 80 o 100 quelonios a lo largo de los 18 kilómetros de la playa de Costa del Sol, cantón El Zapote, municipio de San Luis Herradura, La Paz.
Estos viveristas de la tortuga marina buscan preservar diversas especies como la golfina, prieta, carey y Baule (la más grande del mundo) trabajando junto a tortugueros de la zona, organizaciones sociales y entes gubernamentales como el Fondo de la Iniciativa para las Américas (FIAES) y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
“Los tortugueros pasan toda la noche a la espera del desove, luego vienen acá -al vivero- a entregarnos unas cuantas docenas y les extendemos un recibo con el precio de mercado. Nosotros procedemos a colocarlos en nuestro vivero que se prepara en una cuadrícula.
La profundidad del nido de tortuga varía entre 40 a 45 centímetros, y el nido de la Baule la profundidad es de 80 centímetros hasta un metro de profundidad, porque es la tortuga más grande del mundo”, dijo Hernández.
Los viveristas preparan el nido tratando de imitar el proceso de la tortuga marina con un nido casi vertical, pero en su interior debe tener la forma de un fondo de “cántaro” como de 8 pulgadas, la golfina es la visitante de la costa en los 18 kilómetros de playa de la Costa del Sol.
“Cada nidada de tortuga se compone de una u ocho docenas de huevos; en
este corral trabajamos dos personas en época de desove y vienen entre 6
a 8 tortugueros que están carnetizados por el MARN. Las nidadas son enterradas con mucho cuidado y procuramos que no se compacte la arena, para que ellas puedan oclosionar (salir del huevo) normalmente, esperamos entre 40 a 45 días y luego se liberan en la playa para que inicien de nuevo su ciclo de vida”, acotó.
Las tortugas marinas al nacer solo pesan 46 gramos y miden 50 pulgadas de largo, por 45 pulgadas de ancho, y caben fácilmente en la palma de la mano de una persona, estos neonatos que salen por primera vez de su cascaron, emprenden una larga travesía en el océano y de miles de ellas -quizá- solo un centenar logren sobrevivir todos los escollos que enfrentan en la profundidad del mar, como los depredadores naturales, el ser humano y ahora el Cambio Climático.
Estas incubaciones artificiales señaló Jorge Alberto Oviedo, Gerente General de FIAES, se convierten en proyectos de sensibilización a la población civil, así como oportunidades educativas y capacitaciones en talleres de pesca responsable, campañas de información sobre la protección y conservación de recursos costero-marino que tiene como énfasis a la tortuga marina.
“El MARN a través de la veda total y permanente de alguna manera, está
tratando de incidir y minimizar todo lo que es tenencia, consumo y
comercialización de productos y subproductos de la tortuga marina; eso ha frenado un poco el consumo porque antes, en toda esta zona en el menú venía el tradicional cóctel con un huevo de tortuga, como la cereza de un pastel, y pues todo esto ha ido cambiando y esperemos que se aumente un poco más”, explicó.
La sensibilización de la población del entorno de la playa no es solo prioridad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ya que, también buscan crear conciencia en las flotas de pescadores frente a las costas, que pescan grandes cantidades de peces y muchas veces, sacrifican a las tortugas marinas.
“El tema se relaciona también con la flota pesquera-camaronera que son los que matan no tortugas pequeñas, sino adultas, en edades reproductivas, entonces todo el manejo en el mar ha sido fortalecido con una alianza con la Policía Nacional Civil (PNC ) y la Guardia Costera está es una parte nada más, pero no solo en tierra sino en el consumo, porque antes más del 92% de los huevos eran consumidos y esto no podía ser sostenible pero ahora, son 22 playas que tendrán esta cobertura en esta zona y dejamos al mercado negro, canalizando empleos y generando un atractivo genérico que podría ser un polo de desarrollo”, enfatizó.
Asimismo, FIAES busca que los barcos camaroneros cuenten con el mecanismo especial para liberar las tortugas cuando pescan y no solo las acarreen sino también utilicen este dispositivo especial que permite que la tortuga no quede atorada cuando tiran la red.
“Aquí el tema es que, por la pesca un poco bajo tiran la red y la suben a las 48 horas (2 días) entonces, cuando las sacan y las tortugas atrapadas ya se ahogaron aunque los peces no, porque ellos no necesitan salir a respirar como las tortugas y quedan asfixiadas y mueren”, señaló.
El énfasis en de proteger a la tortuga marina en El Salvador, agregó Oviendo se debe a que, si se logran sacar hasta 125 mil huevos en una temporada de desove, quizás solo se logren 125 en edad adulta y fértil, de ahí la importancia que la población de la zona tome conciencia del cuido de estas especies, que son relevantes en los ecosistemas nacionales.
Para Oviedo las autoridades de medio ambiente están buscando nuevas alternativas y cambiar la visión de un panorama negativo, para relanzarlo como una iniciativa “esperanzadora” y la tortuga marina puede convertirse en el motor de desarrollo de la zona costera y posicionar la problemática costero marina,.
“Aquí también tenemos que cuidar otras especies que están en peligro de extinción como el tiburón, tiburón martillo y otras especies marinas, hemos estado viendo el desarrollo de espaldas al mar y es al contrario en términos más estrictos, el país es casi toda una zona costera porque casi se habla de 80 kilómetros de costa, casi todo un país costero entonces, tenemos que volver los ojos hacia el mar y obtener la potencialidad de cada una de ellas, como alimentación, turismo y por qué no el Cambio Climático”, argumentó.
Los diferentes proyectos que ahora se emprenden beneficiara directamente a 11 mil 700 personas, entre pescadores, estudiantes y artesanos con una inversión económica que asciende a un millón, 180 mil 414. 59 dólares, donde FIAES aportará 896 mil 964. 75 dólares y las entidades ejecutoras 283 mil, 449. 84 dólares.
Los fondos se utilizarán además, para brindar talleres de artesanías, granjas de aves, panadería y grupos de ecoturismo junto a viveros de cangrejo azul y curiles, que permitirá a las familias de la zona constera alternativas económicas sostenibles desde el emprendedurismo y generar así otras fuentes de ingresos.
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