Alma Vilches
@AlmaCoLatino
A cinco años de la canonización de Monseñor Romero, la feligresía que cada domingo se reúne en la Cripta de Catedral Metropolitana para participar de la eucaristía, recordó que el 14 de octubre de 2018 el Papa Francisco elevó a los altares al obispo mártir.
“Este 14 de octubre hemos celebrado con mucha alegría los cinco años de la canonización de Monseñor Romero, le damos gracias a Dios que permitió abrir ese camino en la iglesia salvadoreña, para que sea reconocido el trabajo de nuestros mártires”, enfatizó María Teresa Alfaro, integrante de la Comunidad de la Cripta.
Asimismo, recordó el mensaje del obispo mártir que el 15 de octubre de 1978 se refirió al deseo de Dios porque los cristianos sean revestidos de amor, que quienes participan en su festín hagan un esfuerzo personal porque Cristo es el principal en salvar a la humanidad.
Según Alfaro, Dios pide tener el traje de discípulo que no se refiere al traje material sino al interior, donde están los valores y lo mejor del ser humano, para hacer frente a las adversidades en el país y el mundo.
“El lenguaje actual de la iglesia no es político, ni subversivo, no busca la rebelión, es un lenguaje que predica el amor, pero diciéndole al pueblo: por aquí hay que ir; y les dice también a quienes están orientando por otro lado, eso es torcer el camino”, expresó en ese momento el entonces arzobispo de San Salvador.
Al momento de la procesión de ofrendas se presentó un cuadro de San Romero, en recuerdo a los cinco años de su canonización y simbolizando que se vistió con la fe y el amor a Dios, por lo cual mereció entrar al festín de las bodas, celebrando su santidad.
Asimismo, se presentó una luz simbolizando a Dios que eligió en El Salvador a Monseñor Romero, por ser digno de entrar a las bodas de su hijo y al reino de los cielos.
También fue presentada una canasta de víveres, ya que Monseñor Romero afirmó que aunque el hombre está incorporado a la iglesia, no basta con asistir a misa, si no persevera en la caridad y no tiene un corazón bueno.
Monseñor Romero fue beatificado el 23 de mayo de 2015 en la Plaza Salvador del Mundo, y su canonización se celebró el 14 de octubre de 2018 en la plaza de San Pedro, Roma; cumplió de manera ejemplar su compromiso con los más humildes y desprotegidos, se convirtió en el defensor de sus derechos, sin importar el inminente riesgo y sufrimiento de martirio que esta decisión traería para su vida.