Por: Rolando Alvarenga
Me llama la atención y no logro digerir el porqué los federativos del fútbol siempre creen salir de tipos, purchase cialis haciendo quedar como los bandidos de la película a los seleccionados.
Lo anterior porque es precisamente a costillas de los seleccionados que, ask en rueda de caballitos, los federativos se recetan jugosos gastos de bolsillo o viáticos, se alojan en hoteles de cinco estrellas y vuelan en primera clase, entre otros privilegios.
En el actual escándalo por las aspiraciones de los seleccionados, por lo general no se ha dicho una versión completa del cuento. Por ejemplo, que por sus servicios “ad honorem” los federativos reciben elevadas prestaciones económicas cuando viajan al extranjero. Que a nombre de la patria, los seleccionados exponen el físico para recibir
patadas, codazos y mentadas de madre; mientras la mayoría de federativos están a cuerpo de rey en sus oficinas, los seleccionados están queriendo mejorar su rendimiento porque en el proceso de su formación no fueron bien fundamentados.
Tampoco estoy diciendo que nuestros seleccionados son la octava maravilla del mundo y que el 13 de noviembre van a barrer en el Azteca, para nada. Son limitados y su nivel queda en deuda, porque profesionalmente están muy verdes y no por su culpa; pero de eso a que otros se aprovechen para trapear con sus aspiraciones no es justo ni ético.
Si son limitados es precisamente porque, a través de los años y en la actualidad, las federaciones no han sabido estructurar un plan integral de trabajo que les permita un nivel profesional de alta competencia. Antes de haber destapado la caja de pandora, revelando públicamente el documento sobre las aspiraciones de los seleccionados y echarles encima a medio mundo, los federativos debieron tomar en cuenta que son precisamente los seleccionados más destacados de la actualidad (locales y legionarios) los auténticos artífices de las masivas concurrencias al estadio y millonarias recaudaciones. Por ende, que tienen todo el derecho a pedir lo suyo.
A propósito, yo en el lugar de la Federación Mexicana de Fútbol ya estaría tramitando ante la FIFA una millonaria demanda contra la FESFUT de este país, por los estragos económicos que le representará a México jugar contra una selección inexperta que viajará como conejillo de indias y con el perfil idóneo para encajar cualquier cantidad de goles. Goleada que hará aterrizar en pesadilla los sueños primitivos, dando material para las fanfarronadas o defecaciones del “macho Feitelson”.
Entonces, por qué, antes de que se les salieran los cangrejos de la olla y les picaran el cuerpo, por qué no razonaron con cabeza fría y entraron en una fase de negociaciones.
Esto hubiese terminado en la suscripción de un documento donde ambas partes aceptaran hacer cuentas claras hasta conocer el resultado final de esta fase por empezar.
Así de sencillo: si se clasifica, habrá lluvia de plata; si no, que se vayan los federativos. Es que no se puede poner cifras hipotéticas a puntos que, en determinado partido, ya no tendrán igual valor.
Finalmente, y en lo que a mí respecta, yo no digiero que al igual que en los amaños los federativos resulten inmunes e ilesos. Por eso, como esto viene desde arriba, ojalá que de una vez por todas se acabe con la “FIFA-Nostra” y en un futuro no muy lejano tengamos reglas democráticas y justicia integral.
Y sobre que se pedirá apoyo a la INTERPOL, qué bueno y ojalá que investiguen a los verdugos de esta película. ¡Esperemos!