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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El Observatorio de Violencia contra las Mujeres de ORMUSA señala que en los Planes de Seguridad del Estado no “comprende los feminicidios en contextos de violencia de pareja”, y es en este escenario que las mujeres siguen perdiendo la vida, como en las últimas 48 horas, que registraron tres mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.
“Son cuatro feminicidios en similares contextos. En algunas mujeres puede advertirse que ya habían denunciado, es decir, que el Estado tenía conocimiento del riesgo real e inminente contra la vida o integridad. En el período del 1 de enero al 9 de febrero de 2023, se registran en total de siete muertes violentas y feminicidios de acuerdo a notas periodísticas”, sostuvo el observatorio.
De enero a diciembre de 2022, de acuerdo al monitoreo que realizan de medios de comunicación, ORMUSA registró que 19 mujeres asesinadas a manos de sus parejas como resultado de la violencia en el ámbito de confianza o familiar.
Estas muertes enraizada en el machismo, como principal factor cultural, que normaliza las relaciones de poder derivadas del género y la subordinación de las mujeres”, alega.
En cuanto a los hechos recientes de feminicidios de pareja, afirma que las víctimas oscilaban entre las edades de 21 a 58 años. Y que estos hechos violentos ocurrieron en los departamentos de Cuscatlán (1), La Unión (1), San Salvador (1) y La Libertad (1) , de los cuales tres de estos casos ocurrieron en las últimas 48 horas.
“Pese a la disminución de homicidios y feminicidios en El Salvador, la violencia contra las mujeres persiste, ya que los móviles y actores son diversos, pues atiende un grave problema de violencia exacerbada y tolerada social e institucionalmente a través de favorecerse la impunidad, al punto que una suspensión de garantías individuales como régimen de excepción no ha logrado contener los feminicidios”, reitera.
“Su atención precisa de diversas estrategias que atiendan de manera diferenciada los distintos escenarios donde esta ocurre, sin desatender la necesaria transformación cultural para eliminar el machismo y misoginia como elementos de grave peligrosidad criminal que impera en la sociedad, amenazando de manera constante la vida, integridad y seguridad de las mujeres de distintas edades”, subraya ORMUSA.
ORMUSA señaló, con base al “monitoreo de noticias”, que al cierre del año 2022 ocurrieron al menos 68 casos de muertes violentas de mujeres y feminicidios en el país.
Sobre los datos comparativos -retomados- de los Informes Semestrales de Hechos de Violencia contra las Mujeres (MJSP/DIGESTYC), señala que entre enero a junio de 2001/2022, hubo una reducción de 35 casos menos que en el año 2022 (46%), lo que fue calificado de “positivo”.
No obstante, considera que la “violencia contra las mujeres” no se reduce a feminicidios, porque la realidad en el país ha demostrado que persisten otras manifestaciones de violencia más frecuentes como: violencia sexual, física o psicológica, que es de obligatoriedad institucional atenderla para evitar los feminicidios.
Ante esta situación, ORMUSA recomienda al gobierno contar con estrategias que deriven de políticas criminales, lo que incluye el Sistema Penitenciario, para que atienda la realidad de las mujeres y agresores desde una perspectiva integral y de género.
“Deben contar con datos estadísticos públicos y oportunos que faciliten el accionar de las instituciones con el mandato legal de proteger la vida e integridad de las mujeres en El Salvador”, sugirie la organización feminista.
Ormusa también recomienda “Implementar sistemas de alerta temprana y acciones que aseguren el debido seguimiento de las medidas de protección para quienes denuncian violencia intrafamiliar, ya que un factor que aumenta el riesgo de las mujeres es cuando ellas intentan terminar una relación de convivencia”.
Entre otras propuestas ORMUSA señaló como necesarias la difusión de campañas contra el machismo -por considerar- que potencia el riesgo feminicida de violencia contra las mujeres e incrementa als posibilidades en los hombres de “caer en conductas autodestructivas o de adicciones que se convierten en facilitadores de detonantes, más no causantes directamente de la violencia feminicida.
Para ORMUSA también es necesario dar a conocer los servicios preventivos y de atención que respondan a la verdadera situación de la violencia contra las mujeres, donde quiera que esta ocurra; vigilar el uso y tenencia de armas en personas procesadas y/o antecedentes penales de delitos o por violencia intrafamiliar, que puedan convertirse en potenciales agresores de las mujeres, y facilitar el apoyo psicológico, legal y medidas de reparación a las sobrevivientes de la violencia”, puntualizó.
