La Habana / Prensa Latina
Martha Andrés Román
El gran rechazo mundial al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba se ratifica en medio de la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2, durante la cual se incrementaron los llamados a poner fin a esa política.
Mientras medios de prensa de todo el orbe reportan diariamente sobre el impacto de la actual crisis de salud, circulan también noticias sobre los continuos llamados a que Washington levante el cerco económico, comercial y financiero contra la isla.
Dentro del propio territorio norteamericano numerosas voces pidieron a la administración de Donald Trump eliminar los castigos contra la mayor de las Antillas y recordaron que la condenada política hacia Cuba tiene efectos aún más graves en el contexto de esta lucha contra el coronavirus, causante de la enfermedad Covid-19.
Un grupo de economistas estadounidenses instó en marzo al ejecutivo del republicano a terminar con las medidas coercitivas mantenidas contra la nación antillana y otros países como Irán y Venezuela, al calificarlas de inmorales e ilegales, y denunciar que frenan la capacidad de esos territorios para enfrentar la emergencia sanitaria.
También el Servicio Mundial de Iglesias, una agencia humanitaria con sede en la ciudad de Nueva York, pidió el fin de las sanciones contra los tres Estados, porque ‘aumentan la dificultad de esos países para proteger a sus poblaciones de la pandemia de la Covid-19 y evitar futuras transmisiones globales’.
En esa misma línea se pronunciaron en un comunicado conjunto organizaciones como la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), el Centro para la Democracia en las Américas, Engage Cuba, y la Fundación Educativa y de Béisbol del Caribe, las cuales pidieron levantar los castigos a la isla, al menos por un tiempo, para facilitar el flujo de suministros humanitarios y médicos.
La pandemia plantea amenazas sustanciales para la salud pública e interrumpe y pone en peligro la vida de muchas personas en todo el mundo, y Cuba no es una excepción, indicó el texto, el cual sostuvo que estos tiempos sin precedentes ‘requieren que reconozcamos nuestra humanidad común’.
Unos días después de ese comunicado emitido a finales de marzo, WOLA criticó que el gobierno de Estados Unidos mantenga una retórica agresiva sobre la respuesta de Cuba a la Covid-19, y consideró que politizar las acciones de la nación caribeña en este panorama resulta contraproducente.
En medio de una pandemia mundial, la administración Trump y algunos políticos de Florida están optando por volver a la Guerra Fría, en lugar de ayudar a garantizar que las personas tengan acceso a atención que les salve la vida, expresó Marguerite Jiménez, quien dirige el programa de Cuba en la organización.
Asimismo, el congresista James McGovern expresó en la red social Twitter su apoyo a quienes piden que Washington suspenda las restricciones contra Cuba, y señaló que la actual emergencia sanitaria no conoce fronteras y no está limitada por la historia o la política.
Para el investigador Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación sobre Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, en lugar de condenar las contribuciones humanitarias del país vecino para combatir el coronavirus en todo el mundo, el gobierno estadounidense debería apoyarlas.
En un artículo publicado en la revista The Nation, el estudioso sostuvo que, con la supervivencia del mundo en juego, los esfuerzos punitivos del gobierno norteamericano para revertir la Revolución cubana nunca han parecido tan mezquinos como ahora.
De igual modo, el Consejo de Iglesias de Cuba y su similar de Estados Unidos solicitaron el levantamiento inmediato del bloqueo, y el cese de toda manipulación y del uso de los intereses políticos y económicos en medio de la crisis humanitaria global.
En ese mismo sentido, extendieron su llamado al movimiento ecuménico internacional, a todas las iglesias y religiones en Estados Unidos y el mundo, a los gobiernos, a la ONU y a todas las personas de buena voluntad, para que se unan a ese esfuerzo contra el cerco norteamericano.
Agrupaciones de la emigración cubana y latinoamericana también reiteraron su condena a las medidas y regulaciones que conforman el bloqueo, y denunciaron que el ejecutivo estadounidense impide que la isla adquiera recursos imprescindibles y equipos médicos -como ventiladores pulmonares-, para poder combatir de forma más efectiva la pandemia.
La Brigada Antonio Maceo; la Alianza Martiana; la Asociación Cultural José Martí; el Círculo Bolivariano de Miami, Negra Hipólita; la Asociación de Mujeres; y Radio Miami, criticaron que la administración Trump ha impedido la llegada a Cuba de donaciones de recursos médicos por parte de instituciones no gubernamentales.
Gran repercusión ha tenido en las redes sociales una carta escrita por el maestro cubanoamericano Carlos Lazo y dirigida a Trump, en la cual pide que ‘el gobierno norteamericano extienda una mano amiga y solidaria al pueblo cubano’, al menos ‘durante el tiempo que dure esta calamidad’.
En la misiva, que fue publicada en la plataforma de peticiones en línea change.org, Lazo sostuvo que, en esta hora dolorosa, las consideraciones políticas deben de ceder lugar a las consideraciones humanas.
Por su parte, las redes de solidaridad con Cuba en Canadá y Estados Unidos lanzaron una campaña para pedir la colaboración con la isla caribeña en el enfrentamiento a la enfermedad Covid-19.
Una pandemia es, por definición, global, apuntaron los grupos de amistad con la nación antillana, al expresar que este es el momento de la cooperación médica internacional y la solidaridad, y de los esfuerzos conjuntos en el enfrentamiento al coronavirus.
A pesar de esos y otros pronunciamientos similares, el pasado 31 de marzo el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, descartó que fuera necesario aliviar las severas medidas impuestas a países como Cuba, con el argumento de que los bienes necesarios contra el coronavirus ‘no están sancionados’.
De igual modo, el Departamento de Estado dijo en un comunicado el 16 de abril que los programas de sanciones administrados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de un modo general permiten el comercio humanitario legítimo, la asistencia o las actividades en el marco de las leyes y regulaciones existentes. Pero las palabras del jefe de la diplomacia y de su entidad federal dejaron fuera el hecho de que la amplitud de las medidas restrictivas de Washington disuade a otros países y compañías de realizar negocios con los territorios castigados e, incluso, entorpecen las actividades de ayuda humanitaria, algo señalado por organizaciones y analistas.
Organizaciones como Engage Cuba y WOLA advirtieron que, si bien se supone que hay subsidios humanitarios en el marco del bloqueo, «en la práctica, existen limitaciones y obstáculos severos para entregar asistencia humanitaria a Cuba».
Debe estar conectado para enviar un comentario.