Atenas/AFP
Grecia, cialis epicentro de la crisis en la zona euro, hospital volvió este miércoles -tras cuatro años de ausencia- a los mercados de la deuda, medicine en plena huelga general de 24 horas en todo el país contra las duras políticas de austeridad.
Se trata de la primera huelga general del año, convocada por los sindicatos de los sectores público (Adedy) y privado (GSEE), contra los duros ajustes que aplica el gobierno por quinto año consecutivo.
La huelga se produjo el mismo día en que el gobierno anunció una «inminente» emisión de obligaciones a cinco años, que marcará el retorno del país a los mercados de deuda a medio plazo, tras una larga ausencia por la crisis que la obligó a solicitar un rescate financiero internacional.
El ministerio griego de Finanzas no precisó el importe de la operación que sería, según la agencia semioficial ANA, de 2.500 millones de euros.
Según varios sitios financieros, el gobierno empezó este miércoles a evaluar ofertas en los mercados antes de que el Organismo de gestión de la deuda pública (PDMA)lance oficialmente la emisión el jueves.
Grecia fue la primera víctima de la crisis de la deuda en la zona euro, a fines de 2009.
Al no poderse financiar ante los acreedores privados, tuvo que recurrir a rescates internacionales de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, que sumarn unos 240.000 millones de euros. Ello le permitió evitar la quiebra, que habría amenazado la existencia misma del euro.
La última emisión griega a cinco años data de febrero de 2010, con un tipo de interés a 6,1%. Los expertos opinan que Grecia podría esta vez financiarse en torno al 6%.
Desde entonces, el país sólo emitía bonos a corto plazo y por montos exiguos. El martes captó 1.300 millones de euros a seis meses a una tasa de 3,01%, en baja respecto a una operación similar el mes pasado (3,6%), lo que reflejaría una mejoría de sus finanzas, pese a una deuda pública explosiva (175% del PIB) y a un crecimiento magro (0,6% previsto en 2014).
Un país exhausto
Sin embargo, esta percepción financiera contrasta con el estado de agotamiento del país, tras cuatro años de implacables recortes y seis de recesión, que debería finalizar en 2014.
«Todo lo que dicen sobre un regreso a los mercados no tiene nada que ver con nosotros» afirmaba Nikos Tutuzakis, un profesor de secundaria, en una de las manifestaciones en Atenas durante la huelga general. «Eso beneficia al capital, no a los trabajadores» añadió.
«No a los despidos y al empleo parcial, protección de los derechos sociales y de los servicios públicos», reivindicó por su lado el sindicato Adedy en un comunicado.
Grecia se ha comprometido ante sus acreedores -UE, BCE y FMI- a despedir a 11.500 funcionarios antes de fin de año, mediante la fusión o la supresión de organismos públicos. En 2013, otros 3.500 funcionarios ya fueron despedidos.
En los últimos años, unos 20.000 agentes han sido colocados en situación de desempleo parcial y el objetivo es llegar a 25.000 antes del final de 2014.
Por su lado el sindicato GSEE exhortó a los trabajadores a «resistir a la catástrofe social» y a «exigir cambios políticos». «Decimos no a la austeridad, al desempleo y a las condiciones de trabajo medievales», asegura en un comunicado.
El índice de desempleo en Grecia, de cerca de 27,5%, es junto al de España uno de los más elevados de la zona euro.
La huelga afectaba a los transportes comerciales marítimos, a los ferrocarriles y a los trenes de cercanías que unen la capital con el aeropuerto. Los hospitales operaban con servicios mínimos debido a la participación de los médicos en la huelga. Sin embargo, funcionaban los aeropuertos, así como el metro y el tranvía de Atenas.
En la capital, dos manifestaciones congregaron en total a unas 11.000 personas, según la policía. En Tesalónica, segunda ciudad del país, cerca de 9.000 personas se manifestaron, según la misma fuente.