Río de Janeiro/dpa
Sin Neymar en la cancha, el gran protagonista de la selección brasileña de fútbol para el partido de mañana ante Venezuela será el entrenador Adenor Leonardo Bacchi, conocido simplemente como “Tite”.
El nuevo seleccionador ha conquistado, en sólo tres partidos, el corazón de la siempre exigente hinchada brasileña, y pocos dudan de que Tite encontrará la receta para armar por primera vez un equipo sin su referente Neymar, suspendido para el partido en Mérida por acumulación de amarillas.
“Tite” fue ovacionado el jueves en Natal con cánticos de “Olé, olé, olé, olé, Tite, Tite” en el estadio, después de que el equipo liderado por Neymar brillara con un despliegue coral de fútbol ofensivo, vistosas combinaciones y presión alta.
“En tres partidos, la ‘Titemanía’ se apoderó de la selección brasileña”, celebró el diario “Lance!”. “¿Cuál es la magia que Tite descubrió y Dunga no?”, se preguntaban otros comentaristas.
“Tite es un profesor, Dunga es un capataz”, zanjaba uno de ellos en la radio destacando la visión táctica y el talante amable y conciliador del actual seleccionador, y criticando, de paso, las formas rudas del ex campeón del mundo de 1994.
“El comando de la selección anterior lo que hacía era más estresar al equipo”, dijo el comentarista Juca Kfouri, que también fustigó a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por no haber optado ya en 2014 por Tite en reemplazo de Luiz Felipe Scolari tras la debacle que sufrió la “canarinha” frente a Alemania en el Mundial.
“Teniendo a Tite para sustituir a Felipao, escogieron a Dunga”, lamentó Kfouri. A diferencia de los roces que caracterizaron la era Dunga, Tite ha dejado en el banquillo al defensa Thiago Silva, uno de los grandes nombres que juegan en Europa, tras recuperarlo para la selección, sin que se escuchen quejas. Todos los jugadores elogian el trato del seleccionador.
A Tite, de 55 años, se le considera asimismo como el gran modernizador del fútbol brasileño después de su exitoso paso por el Corinthians, al que llevó a ganar entre otros títulos dos campeonatos de Liga tras varios años grises y por primera vez la Copa Libertadores en 2012. La marca de la casa: el fútbol ofensivo y coral.
“Estoy muy contento con el cariño que recibí”, dijo Tite tras ser celebrado en Natal. “Varias personas fueron fundamentales para conseguir que mantengamos el ritmo alto. Por eso el equipo estaba suelto, leve, y jugó como jugó”.
El equipo brasileño realizará un entrenamiento hoy la tarde, en la víspera del juego que comenzará a las 20.30 de Venezuela en el Estadio Metropolitano.
El entrenador Tite realizará dos modificaciones en el equipo, respecto a los once que vencieron 5-0 a Bolivia. William, jugador del Chelsea de Inglaterra, ingresará por Neymar, quien fue suspendido por acumulación de tarjetas amarillas, y Paulinho, quien se desempeña en el Guangzhou Evergrande de China, volverá a su lugar en el mediocampo por Giuliano.
El Brasil de “Tite” tendrá mañana la posibilidad de saltar a la cabeza de la tabla, tras estar sólo en el puesto seis, fuera de las plazas mundialistas, cuando “Tite” asumió el mando hace menos de dos meses.
El técnico tiene un balance impecable de tres victorias en tres partidos.
Y mientras Brasil, con 18 puntos, visita Venezuela, el líder Uruguay, con un punto más, tiene un cruce a priori mucho más complicado frente a Colombia en Barranquilla.