Por Alina Dieste
Bogotá/AFP
En pos de sellar la paz en Colombia, hospital el presidente Juan Manuel Santos instó el lunes al ELN, there segundo grupo insurgente del país, a seguir los pasos de las FARC, la principal guerrilla, para poner fin definitivamente a cinco décadas de conflicto.
Al cerrar un «retiro espiritual» para evaluar las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se desarrollan desde hace dos años en Cuba, el mandatario llamó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) a sumarse a la tregua unilateral e indefinida de las FARC y a avanzar en los diálogos preliminares de paz iniciados meses atrás con el gobierno.
«Queremos invitar al ELN a unirse a la iniciativa de un cese al fuego unilateral, como lo hizo las FARC, y también queremos invitarlos a llegar a un acuerdo lo más pronto posible sobre los puntos de la agenda que hemos venido discutiendo desde hace algún tiempo», dijo el mandatario, tras una reunión de tres días en Cartagena con su equipo negociador y asesores internacionales.
El ELN, con unos 2.500 rebeldes en sus filas, anunció en junio pasado que sostenía pláticas preliminares con el gobierno para establecer una mesa de negociación formal, sin precisar dónde ni cuándo comenzarían las discusiones.
Surgido en la década de 1960 y cercano al movimiento latinoamericano de la Teología de la Liberación, el guevarista ELN dijo días atrás en su sitio web ELN-Voces que este miércoles hará «un anuncio especial», sin precisar detalles.
«Creo que el presidente comienza a ambientar lo que va a ser ese anuncio por parte del ELN», dijo a la AFP Ariel Ávila, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación.
Según el analista, esta guerrilla puede anunciar tanto una tregua como la de las FARC, como el inicio de un proceso de paz con el gobierno, y en cualquiera de los dos casos el mandatario está abonando el terreno para lograr un mayor respaldo de la opinión pública.
«A finales del 2015 podríamos estar teniendo luz verde con la negociación de las FARC y aspiremos a que rápidamente se inicie la del ELN, para que intentemos coincidir», enfatizó el analista.
«Las FARC han cumplido»
Santos destacó la decisión de las FARC de suspender desde el 20 de diciembre las hostilidades de manera unilateral e indefinida, una medida sin precedentes desde el surgimiento en 1964, tras una insurrección campesina, de esta guerrilla que hoy cuenta con unos 8.000 combatientes.
«Sobre este punto debemos reconocer que las FARC han cumplido», subrayó, y dijo que los plenipotenciarios del gobierno regresarán «muy pronto» a La Habana con un mandato: «Acelerar el paso de estas conversaciones para terminar lo más pronto posible y de una vez por todas con este conflicto armado».
A la cita «a puerta cerrada» en Cartagena, asistió el equipo negociador del gobierno en pleno: el jefe Humberto de la Calle, el Alto Comisionado para la Paz Sergio Jaramillo; los generales (r) Jorge Mora y Óscar Naranjo; además del excomisionado de paz Frank Pearl y la exdirectora de Derechos Humanos del Ministerio del Interior María Paulina Riveros.
También participaron los asesores Joaquín Villalobos, ex guerrillero del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador; Jonathan Powell, vinculado al pacto de paz en Irlanda del Norte;
Shlomo Ben Ami, excanciller israelí y artífice de los acuerdos de Camp David entre Israel y los palestinos, así como los académicos William Ury, de la Universidad de Harvard; y Dudley Ankerson, de la Universidad de Cambridge.
Las conversaciones entre el gobierno y las FARC, las que más avances lograron tras tres intentos anteriores fallidos, ya alcanzaron acuerdos parciales en tres de los seis temas en agenda: reforma rural, participación política y solución al problema de las drogas ilícitas.
Quedan aún por resolverse los asuntos más complejos, como la reparación de las víctimas y el abandono de las armas. Además, deberá elegirse un mecanismo de implementación, verificación y refrendación del acuerdo final.
Se espera que las discusiones, en receso navideño desde el 17 de diciembre, se retomen a mediados de este mes.
El conflicto armado colombiano, en el que han participado guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y narcotraficantes, ha dejado 220.000 muertos y unos 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.