Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Thierry Deronne, cineasta, docente universitario y periodista, es un convencido que la democratización de una sociedad pasa por reforzar el protagonismo popular y sus historias, como ha venido enseñando, y que ahora, fortalece el proceso revolucionario en la República Bolivariana de Venezuela.
Deronne, quien llegó a Venezuela en 1994, procedente de Bélgica, junto a otros profesionales venezolanos en audiovisuales, fundó la “Escuela Popular Latinoamericana de Cine, TV y Teatro”.
– ¿Por qué el interés en la comunicación de las comunidades?
Son dos procesos, digamos, la gente ya tiene sus historias y por supuesto nosotros partimos de la idea que le damos las herramientas para reforzar el protagonismo popular, tal como lo enseñamos en la universidad.
Para crear realmente un proceso de democratización es importante el protagonismo popular, y por todo el proceso revolucionario que estamos viviendo en Venezuela.
Debemos de enseñar las nuevas formas de hacer comunicación social, para que cuando se abran nuevos espacios de difusión de protagonismo audiovisual se tenga una nueva forma y nuevos contenidos.
– ¿Considera que ha sido un plus al concepto de la comunicación?
Cuando hablo de herramientas no solamente me refiero a las técnicas, sino a una relación precisamente en contenido. A veces caemos en la trampa de separarlas, por un lado la ideología, y por el otro lo técnico. Y ese divorcio es un peligro, es una trampa en sí. Lo que hacemos es explicarles que se puede generar algo nuevo y ese es el salto de calidad, una técnica que puede ser el gran cambio en la comunicación.
– ¿Cuál es su lectura en el campo político actual en Venezuela?
Hablando en general, la realidad de Venezuela está bien, pese a los medios de comunicación, que están en manos de grandes grupos de poder, pero puedo decirte que somos un sistema democrático en crecimiento –a qué me refiero- sabemos que hay una sobredosis de elecciones, son más de 25 escrutinios en 18 años, que han sido comprobadas como legítimas y transparentes por presidentes o representantes de tribunales electorales y expertos de muchas latitudes de Latinoamérica. Y muchos de esos presidentes electorales que no son afines a la ideología bolivariana, sino expertos, con una larga experiencia sobre procesos electorales, siempre han corroborado y reafirmado la transparencia de los procesos, pero lo que caracteriza propiamente esa democracia venezolana es el Poder Popular.
– ¿De qué manera asume el trabajo la institucionalidad?
Más allá de lo representativo de la democracia, creo que la democratización viene del crecimiento en derechos. La asamblea constituyente electa el año pasado todas las semanas tiene una movilización, ya sea de movimientos sociales, colectivos feministas. Y así todo lo que podamos concebir como movimiento social está buscando junto a sus representantes sectoriales y diputados constituyentes su lucha.
Porque los diputados no solo son diputados territoriales, sino por sector(…) las personas adultas mayores, las personas con discapacidad, movimientos de mujeres y los trabajadores acuden a sus diputados. Y para mí, no hay nada como la movilización permanente para que las demandas y peticiones no se atrasen o duerman. Es como una olla que está siempre hirviendo de propuestas.
Gracias a esa participación popular poco a poco se va tratando ese monstruo burocrático, en algo mucho más controlado y efectivo. Es este trabajo al que llamamos poder popular.
– ¿Cómo maneja el poder popular estos retos en el campo económico y social?
Hay un sector privado que controla más del 80% de la producción y comercialización nacional, eso ya te da una idea de cómo pueden crear los fenómenos de escasez y la subida permanente de precios. Ante esto, el Gobierno trabaja en dos niveles de acción, con el aumento al salario para proteger el poder adquisitivo de la gente. Hace dos meses casi se llegó al 100%, pero el sector privado respondió, subiendo los precios de los productos, casi en la misma proporción.
Desde hace diez días se controlan desde el Estado los mercados municipales, que es donde está toda esa tramoya de manipulación de precios, del contrabando hacia Colombia. Se ha ido trabajando poco a poco y se va atacando la estructura misma de la especulación, y es así como el Estado protege los canales vitales de producción y distribución para la gente.
Otro aspecto del poder popular es la creación de los Comités Locales de Abastecimiento, una estrategia nueva y obligada por la guerra económica, pero interesante porque volvió a despertar al movimiento popular, que estaba atenuado después de la muerte de Hugo Chávez.
Esto ha provocado la creación de nuevas estrategias de sobrevivencia y si bien han desplazado al concejo comunal, esto fue estratégico en la victoria electoral reciente.
– ¿Cómo lidian frente a la guerra mediática?
Ya no podemos aplazar realmente una iniciativa común o democratizadora de los medios de comunicación. No hay de otra, estamos en una caverna de Platón, donde los reflejos llegan a través de los medios hegemónicos, que están en manos de los grupos de poder económico y que son quienes hacen la guerra mediática.
Te daré un ejemplo, la imagen constante de Venezuela en los medios, con mucha intensidad, para justificar una invasión extranjera por una supuesta crisis humanitaria. Cuando un experto de ONU, Alfred Maurice de Zayas, especialista en situaciones humanitarias que ha trabajado en África desde hace veinte años y ha publicado libros y da clases en muchas universidades sobre el tema de crisis humanitaria, ha dicho que no existe tal crisis en Venezuela, y afirmó que lo que existe es desabastecimiento que se tiene que resolver de distintas formas para evitarlo.
– ¿Cuál es el interés de Estados Unidos en Venezuela?
Hay dos niveles de ese apetito en el tema venezolano por parte del imperio de Estados Unidos. Se conoce mundialmente que tenemos una alta reserva de petróleo y otras riquezas como el oro y otros metales, así como recursos naturales, que a las trasnacionales les interesa.
Y hay un segundo aspecto que a veces se olvida, y es el más importante, “el ejemplo político”, ese impulso que ha dado la Revolución Bolivariana, a muchos pueblos en su afán de emancipación y de construcción de alternativas al Capitalismo Liberal.
– ¿Cuáles son los retos para la izquierda latinoamericana?
Nuestro desafío como izquierda es aprender a manejar los problemas de las críticas, no taparlo, sino aprovecharlos y salir al encuentro de las solicitudes y dar soluciones para ir fortaleciendo la formación permanente del pueblo y de alimentar la política pública y si dejamos ese verticalismo, sordera o separaciones burocráticas. Esa inconsciencia de la izquierda le ha cobrado factura últimamente, pero es solo una lección más, no seamos pesimistas, que podremos generar los cambios desde el poder popular.