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En su bicentenario este Congreso busca ser el peor del mundo

Isaac Bigio
Politólogo economista e historiador
Este martes 20 de septiembre se cumplen exactamente 200 años de que se instalara en Perú el I Congreso Constituyente, hecho que, para el gran historiador peruano Jorge Basadre, marca el inicio de la república.
En el bicentenario de tan importante acontecimiento, el actual Congreso debería haber hecho todo lo posible para convertirse en el número uno a nivel mundial y también nuestra historia.
Y, ciertamente, lo ha logrado en su particular estilo. Hoy, nuestro Parlamento se esfuerza en encabezar la lista de los parlamentos que apenas han cumplido un quinto de su mandato están entre los más impopulares que hay en el planeta.
Solo es apoyado por 1 de cada 15 ó 16 ciudadanos.
Quien ha dictaminado ese lugar no es mi persona ni ninguna ONG o institución, sino más bien el propio pueblo peruano. En todas las encuestas el índice de aprobación de este Congreso es de solo un dígito. En 2 distintos sondeos hechos recientemente por CPI, este solo contaba con el aval de un 6.5% de la ciudadanía. Esto implica que solo 1 de cada 15 a 16 electores apoyan al poder que fue electo con su voto. He estado buscando algún otro parlamento en el globo que tras superar el primer quinto de su periodo pudiese evidenciar ser tan impopular, pero no lo he encontrado.
Este Legislativo se ha transformado en uno muy repudiado por diversas razones. En vez de concentrarse en aprobar leyes para beneficiar a las mayorías, se dedica a proteger a minorías de grandes ricos y corruptos y a buscar por todos los medios el poder vacar a la actual dupla presidencial o en remover a sus ministros.
La gran mayoría de sus 130 miembros votaron por quien fue la primera dama de la fuji-dictadura, la misma que se ha demorado un año para reconocer su derrota en las urnas y cuyos partidarios han hecho todo lo posible para desconocer los resultados en las ánforas y propiciar un golpe. La comisión para investigar el supuesto fraude electoral terminó gastando tiempo y fortuna y devino en un gran fraude.
Al Presidente le quieren vacar con base en suposiciones y a su vicepresidenta la quieren inhabilitar por una leguleyada jalada por los pelos. Sin embargo, este Congreso se ha negado a sancionar a una bancada (APP) que estuvo emborrachándose en sus instalaciones para festejar que su partido había conseguido la Presidencia parlamentaria en la víspera (26 de julio) y también ha rechazado desaforar al congresista que en esa ocasión violó a una trabajadora (más bien ella, ha sido echada de su empleo).
Directivos golpistas.
Quien ocupó la tercera vicepresidencia en el primer año (Patricia Chirinos) propició el terrorismo y el genocidio al filmar un video llamando a lanzar vivos a muchas personas a hornos crematorios y repetidamente ha injuriado al jefe de Estado en su cumpleaños, en un mitin vacador o cuando él fue al Congreso a dar su mensaje a la nación el 28 de julio pasado.
A ella nunca se le ha sancionado por ello, ni se le ha investigado por las denuncias que hicieron 2 hermanos Castillo en La Punta (quienes fueron asesinados por sicarios, supuestamente enviados por ella) ni por haber sido la principal mujer de Chimpún Callao (el único partido peruano que todas sus autoridades ediles y regionales han estado o están en la cárcel). Quien le remplazó en ese puesto (Wilmar Elera) tuvo que renunciar apenas fue electo, debido a que la justicia le ha condenado a prisión por corrupción.
Lady Camones, quien fue la primera vicepresidenta del Congreso y luego su segunda Presidenta, fue censurada al filtrarse audios donde ella recibía instrucciones de César Acuña, jefe de su partido (APP), para favorecer sus intereses personales. Apenas ella fue electa titular del Congreso, ella ya hablaba de estar dispuesta a recibir la Presidencia de la República y hasta tuvo el lapsus de proclamarse como tal.
La primera Presidenta del Congreso (Maricarmen Alva) apenas llegó a tal cargo, maltrató al Presidente saliente (Francisco Sagasti, a quien no dejó participar en la transferencia de mando) y al entrante (Pedro Castillo, a quien humilló con expresiones racistas y clasistas). Aunque sus empresas deben fortunas por faltas laborales y que una de ellas intoxicó a 100 de sus mal pagados trabajadores (quienes descubrieron que no tenían seguro), el Congreso ni se inmutó de ello. Si bien ella fue electa prometiendo luchar contra el fujimorismo, la corrupción, por más referendos y una nueva constitución, ella hizo exactamente lo opuesto, convirtiéndose en una ficha de la dictadura que combatió su padre para buscar asaltar la Presidencia.
La actual primera vicepresidenta (Martha Moyano) representa a FP, un partido tildado por la fiscalía como una «organización criminal» y que reivindica al reo Fujimori, quien robó miles de millones de dólares a los peruanos, mató a millares y esterilizó a cientos de miles de mujeres. Tras haber promovido la violencia en discursos para promover un golpe contra Castillo, cuando el Presidente fue al Congreso, ella, pese a su cargo, le dio la espalda, algo inconcebible en el marco del respeto y cohabitación entre poderes.
El nuevo Presidente del Congreso, el general (r) Williams Zapata, ha sido acusado de estar involucrado en la masacre de 69 civiles en Accomarca (14/09/1085), donde la mitad o más fueron niños, mujeres y ancianos, así como en ejecutar extrajudicialmente a todos los tupacamaristas rendidos tras recuperar la residencia japonesa en Lima (22/04/1997). Su partido es el mismo de Chirinos y él es hoy el único presidente congresal en el mundo que tiene el Foro de Madrid (internacional capitaneada por los franquistas de Vox, un partido chauvinista español que reivindica la conquista y la destrucción de las civilizaciones amerindias).
Vacadores toreados.
Tras haber hecho de todo para sacar a la única dupla presidencial electa por más de 8,8 millones de votos, ahora han entrado en un impasse. Cuando una minoría de la oposición pide adelantar las elecciones generales, la mayoría congresal se opone a ello, pues, no quieren perder sus privilegios e influencias y por ello quieren que se mantenga este impopular Parlamento. Otros ahora temen ir a elecciones presidenciales pues, tras la excarcelación de Anaturo Humala, están asustados de que él pudiese ganar y ser más radical que el maestro rural.
En Reino Unido, que es el país con la más antigua democracia bicameral parlamentaria, si uno de sus 650 legisladores cambia de partido, se estila llamar a elecciones en su distrito para ver si sus electores apoyan ello. El actual Congreso se instaló con 9 bancadas y ahora estamos en 13. Casi el 30% de sus 130 congresistas se han salido de sus respectivas bancadas (varios pasando hasta por 2 de estas). Todo esto sin contar con que los 14 parlamentarios de AP está en una guerra civil (hay 6 congresistas expulsados, quienes, a su vez, dominan la bancada).
Un Congreso con tantos tránsfugas, y tan obstruccionista, golpista e impopular, no puede mantenerse más tiempo. Urge adoptar una ley que permita a los electores poder vacar a sus congresistas, así como que el Ejecutivo use sus facultades constitucionales para disolver a este Legislativo y llame a nuevas elecciones parlamentarias y a una Constituyente plurinacional con participación de organizaciones laborales, populares y originarias.

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