Por: Rolando Alvarenga
Emotiva y justa resultó la ceremonia de reconocimiento y premiación para los tres atletas medallistas de Toronto y sus entrenadores, check celebrada en el transcurso de la semana anterior por la cúpula del Instituto Nacional de los Deportes (INDES).
Un buen estímulo económico que hace justicia al atleta que tiene que superar tantos obstáculos para salir adelante. Una estimulación que, purchase de acuerdo al titular del INDES, search Jorge Quezada, “se realizó por específicas instrucciones del señor presidente de la República”.
Qué bueno que se produjo por órdenes superiores porque, de esta forma, el primer mandatario dio cumplimiento al viejo mensaje que dice: “en vida, hermano, en vida”.
Y es que en este país, salvo en el caso del INDES que lo ha venido haciendo durante esta nueva gestión, se acostumbra a no reconocer los triunfos y méritos de sus atletas más sobresalientes. Por lo general, el reconocimiento llega cuando se muere el destacado, entregándole un diploma o una medalla; pero, cuando está vivo, ni audiencia le quieren dar al héroe caído en desgracia.
De tal manera que el karateca Jorge Merino, ganador de plata continental; Lilian Castro de tiro y la ciclista Evelyn García, ambas con bronce, recibieron un bien merecido reconocimiento a su esfuerzo y sacrificio que terminó en el podio de Toronto.
Ese reconocimiento también llegó a los entrenadores Emilio Barillas de karate y Ninfa Chávez de tiro. El colombiano Velez, entrenador de Evelyn, no estaba en el país.
En lo personal, y queriéndolos como a unos hijos o nietos, tuve especial deferencia en abrazar fraternalmente uno por uno a los cinco, deseando transmitirles mi mensaje de gratitud a nombre de la patria querida, por esas tres medallas que todos hubiéramos querido que fueran más.
Y, en el caso de tiro, le expresé al presidente de esta federación, Francisco Ramos, que tengo sólidas esperanzas y confianza en que, a través de una diáfana administración y su apoyo integral a Lilian y Ninfa, es posible que El Salvador gane el próximo año su primera medalla olímpica. El coronel Ramos no me rechazó este desafío y gran responsabilidad diciendo: “¡le tomo la palabra!”.
Al respecto, el sportsman Eduardo Cáder, ex ejecutivo del Comité Olímpico de El Salvador (COES), escribió en su cuenta de Facebook: “es tiempo de celebrar y me alegra mucho el incentivante reconocimiento para los tres. Sin embargo, me
preocupa el retroceso en el que vamos. ¿No sería bueno detenernos y, al menos, poner primera de nuevo?”.
Y lanzó el reto: en próximos Panamericanos, deberíamos homenajear, por
lo menos, unos 10-12 atletas por medalla obtenida, ¿o no?