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Expertos marinos han extraído 40 kilogramos de plástico del estómago de una ballena, que murió frente a las costas de Filipinas. Según los especialistas que realizaron la necropsia del cetáceo, se trata de “la mayor cantidad de plástico” que han encontrado hasta el momento en el cuerpo de uno de estos animales.
El hallazgo determinó que la ballena, macho de la especie Cuvier, había muerto de hambre y deshidratación debido a las bolsas acumuladas.
“Es lo peor que hemos visto”, aseguró Darrell Blatchley, fundador de un museo local y encargado del procedimiento.
Cuando los animales ingieren este producto sintético, su estómago se compacta y evita que los alimentos lleguen a los intestinos, impidiendo el proceso de digestión.
Del interior del estómago del animal se recuperaron 16 sacos de arroz, 4 plásticos utilizados en las plantaciones de banano y un sinnúmero de bolsas de compras. La lista completa de artículos encontrados se publicará los próximos días.
Además, Blatchley ha mencionado que este tipo de animales “son demasiado inteligentes como para confundir una bolsa de plástico con un calamar o un pez”, por lo que atribuye su ingesta a los grandes niveles de contaminación de los mares. Por esta razón, ha instado al gobierno filipino a tomar medidas en contra de quienes continúan arrojando basura a los océanos.
El citado museo, denominado D’Bone Collector, se inauguró en el 2012 con fines educativos para generar conciencia sobre el medio ambiente. Desde entonces ha recuperado conjuntamente con el Gobierno filipino, los cadáveres de 61 ballenas y delfines. Según datos propios, 57 de los cetáceos murieron por ingerir este material.