Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El XII Encuentro Intercontinental de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) finalizó en la Cripta de Catedral Metropolitana, lugar donde descansan los restos de Monseñor Romero, mártir y santo del pueblo salvadoreño.
Este encuentro reúne a personas de diferentes nacionalidades, representa un espacio de fiesta, abrazos y renovación del compromiso asumido en comunión, con alegría y plena convicción para la liberación de los pueblos, pensando en el cuidado y la defensa de la casa común.
Manuel Godoy, sacerdote brasileño, dijo durante la misa celebrada en la Cripta que así como el pueblo vivió en el siglo II antes de Cristo, así como el momento que vivía el pueblo después de la caída del templo, San Romero vivió también, una cultura muy difícil, mirando a su pueblo sin esperanza, aplastado por las botas de la dictadura de la época, pero el Señor también quiso llenar a su pueblo de esperanza.
“Sin las raíces en el pueblo, ningún gobierno puede tener eficacia, pueden hacerlo solo cuando quieren implantarnos la fuerza de sangre; estamos otra vez en pie de testimonio ante San Romero de América, pastor y un ángel nuestro. Romero de la paz, casi imposible en esta tierra de guerra”, enfatizó Godoy.
Durante la eucaristía se recordó la homilía previa a su a los miembros de la Guardia Nacional, policía y cuarteles, que matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar a cada hombre, debe de permanecer la ley de Dios que es no matar, ningún soldado está obligado a cumplir una orden contra la ley de Dios.