Según analista catalán, patient Aníbal Garzón Baeza
Lucía Berbeo*
Para el editor de Kaos en la Red de España, sick Aníbal Garzón Baeza, doctor algunos sondeos de opinión aplicados en los comicios parlamentarios del próximo 6 de diciembre por parte de la derecha de Venezuela más que buscar la objetividad científica de medir a la opinión pública, tienen como objetivo impactar en lo político con los datos que presentan.
Manifestó el también experto en estudios internacionales sobre América Latina, que “se han presentado datos por encuestadoras privadas que presentan una diferencia del 35% de votos ganando la oposición con el 63% y el llamado oficialismo obteniendo el 28%. Viendo unos datos así, que son muy extremos si comparamos con los últimos resultados de las presidenciales de 2013 con la victoria de Maduro, buscan provocar una desmotivación en el votante oficialista para generarle una no participación”.
Seguidamente dijo que “como sociólogo veo que el uso de una simple herramienta la encuesta, para medir sociedades tan complejas y variopintas es algo ineficiente. Encuestas que no explican muchas veces la muestra y las variables que utilizan. Por lo tanto, como hemos dicho, el sondeo cada vez más es un instrumento antidemocrático de impacto y de propaganda política que un instrumento científico”, analizó Garzón Baeza.
Al ser consultado sobre el asesinato del dirigente del partido opositor de Acción Democrática, Luis Manuel Díaz, quien de acuerdo a señalamientos de sectores adversos al gobierno bolivariano fue propiciado por presuntas bandas armadas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), para el analista político, su deceso ha iniciado una estrategia comunicativa contra el presidente Nicolás Maduro como “responsable” de lo sucedido en un momento tan delicado como la campaña electoral.
Aunado a ello, los recientes cuestionamientos del Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, “un funcionario que poco dice de las muertes diarias de mujeres en México, de campesinos en Colombia o indígenas en Guatemala, El Salvador, o cualquier atentado a los derechos humanos en los países de América Latina más cercanos a la política neoliberal de Estados Unidos con sus tratados de Libre Comercio”, puntualizó Garzón Baeza.
Es por ello, “importante analizar los intereses que hay detrás y los impactos que se buscan con la muerte de este acto en Venezuela, pues acusar al PSUV sin pruebas recurrentes, es un mal juego político. No hay que olvidar que en toda ética democrática todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, aunque parece que este principio humano lo ha roto y nos lo ha implementado Estados Unidos desde el 2001”.
En el marco de la entrevista, dejó en claro que el gobierno venezolano vive una dura guerra mediática, política y diplomática con actores nacionales e internacionales que constantemente están realizando injerencias contra el Estado de acusarle de crímenes que no cometió en primera instancia, como los asesinatos de las guarimbas a chavistas el año pasado.
Por lo tanto, “el Estado debe evitar muchas veces que incluso la misma derecha no auto-atente contra ella misma para intentar criminalizar al mismo Estado. Para los medios no existen las causas de la muerte, sino un venezolano murió y la derecha siempre buscará impactos mediáticos para atacar al gobierno con cualquier asesinato”.
Es por ello, que el gobierno de Nicolás Maduro tiene “ese reto, conseguir la seguridad ciudadana en un país donde el terrorismo de la derecha y los sicarios están presentes” para desprestigiar al proceso bolivariano, que en su momento liderizó el comandante eterno, Hugo Chávez.
*La autora es periodista venezolana, analista política y colaboradora para este medio de información.-
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