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Rosmeri Alfaro
@DiarioCoLatino
En cuidados intensivos, así se encuentra la política fiscal de El Salvador, según el economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), Ricardo Castaneda, quien consideró urgente adoptar medidas.
“Los niveles de endeudamiento del país sobrepasan la capacidad para una economía dolarizada como la salvadoreña; la situación ya era crítica (antes del presidente Nayib Bukele) y los niveles de endeudamiento ya rozaban niveles del 70 % del Producto Interno Bruto, por lo que el tema fiscal era clave para que tuviera éxito su gestión (…). Con la pandemia y la gestión de las finanzas públicas, ahorita la política fiscal está en cuidados intensivos”, dijo.
El 30 de septiembre, el Ejecutivo presentó el Presupuesto general de la Nación para el 2021, el cual asciende a $7,453.5 millones, más de $1,000 millones más en comparación al del año pasado, que alcanzó los 6,426.1 millones de dólares.
De acuerdo con Castaneda, el presupuesto va vinculado al Plan de Gobierno pese a que este no existe. “No sabemos cuáles son las prioridades y tampoco existe un plan anti crisis”, resaltó en una entrevista televisiva. Cabe mencionar que para el ejercicio fiscal 2021 se han solicitado $1,320.4 millones para Educación, a Salud fueron asignados $1,034 millones y a la cartera de Seguridad $655.3 millones.
El Ministerio de Hacienda estimó una deuda de $1,342.5 millones; sin embargo, aseguró que “se mantendrá en marcha el Plan Antievasión, que permitirá tener mayores fondos en las arcas del Estado” y bajar los niveles de brecha de endeudamiento.
Para el economista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), Romel Rodríguez, aunque el presupuesto para el ejercicio fiscal 2021 es “el presupuesto soñado”, como lo anunciado por Hacienda, El Salvador tiene un espacio fiscal limitado.
“Los incrementos que desea el Gobierno en Educación, Salud y Seguridad se van a conflictuar en el futuro porque el presupuesto es reducido y no se puede seguir aumentando desmesuradamente”, dijo.
De acuerdo con la investigadora de Estudios Económicos de FUSADES, Carolina de Franco “debe existir equilibrio entre atender las necesidades y apoyar la reactivación económica, pero al mismo tiempo tener en cuenta el margen fiscal que tiene el país”.
La deuda de 2020 terminará entre 90 % y 95 % del Producto Interno Bruto, dependiendo de qué tanto se desembolse de los préstamos solicitados para atender las obligaciones adquiridas con la pandemia de COVID-19, estimó la investigadora. “Solo con esa deuda tenemos el 95 % y adquirir deuda adicional la subiría a más del 95 %, si no hay un crecimiento significativo de la economía”, señaló.
En el primer semestre de este año, la economía salvadoreña cayó un 19.2 % respecto al primer semestre de 2019, según el Banco Central de Reserva. Para este año, prevé una caída entre 6.5 % y 8.5 %.
