Madrid/dpa
Cuando el segundo equipo responde mejor que el primero, aparece un problema para el entrenador. Es el caso de Zinedine Zidane, que en los próximos días deberá decidir si se mantiene fiel a la aristocracia de su equipo o si atiende al fin a los méritos de los suplentes.
Hace tiempo que alrededor del Real Madrid se instaló el debate sobre las alineaciones de Zidane, pero el ruido se volvió ensordecedor después de lo ocurrido el miércoles. Los suplentes blancos ganaron por 6-2 en el campo del Deportivo de La Coruña en lo que para muchos fue una de las mejores actuaciones del equipo en toda la temporada.
Nadie como Isco simboliza en estos momentos el valor de la discusión. Hace diez días fue la estrella del triunfo 3-2 en campo del Sporting -de nuevo con un equipo de suplentes- y ante el Deportivo protagonizó una nueva exhibición.
“Trabajamos mucho para cuando tenemos estas oportunidad aprovecharlas. Todos los equipos tienen su once titular y luego están los demás. Lo importante es que cuando jueguen los demás, lo hagamos bien”, manifestó tras el encuentro. Reconoció así el futbolista español que se siente suplente.
Isco no jugó ni un minuto en los recientes partidos de la Liga española ante Atlético de Madrid y Barcelona. Tampoco actuó en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern Múnich y sí fue titular en la vuelta, aunque por la lesión de Gareth Bale. Quizá el mismo motivo por el que ahora vuelva a ser titular.
Pero no solo Isco se reivindicó ante el Deportivo. Así, el Real Madrid también encontró en Riazor excelentes versiones de futbolistas como Mateo Kovacic, Marco Asensio, Lucas Vázquez, Álvaro Morata y James Rodríguez. Este último hizo tres goles en los dos últimos partidos.
Zidane tuvo una enorme valentía al gestionar el plantel durante toda la temporada. Convirtió en ley la rotación del equipo de un partido para otro. Por ejemplo, ante el Deportivo introdujo a nueve futbolistas que no fueron titulares el domingo ante el Barcelona. Y todos ellos respondieron.
Sin embargo, la cuestión es que cuando llegan los partidos importantes el francés siempre apuesta por el equipo que se saben todos de memoria. Incluso aunque jugadores como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Bale, Luka Modric o Toni Kroos no atraviesen su mejor momento.
“Para mí no hay equipo A y equipo B. Es la mayor complicación de un entrenador. El debate siempre va a estar, pero me quedo con la sensación de que todos son importantes”, matizó Zidane tras la goleada ante el Deportivo y extender sus elogios hacia Isco.
El Real Madrid recibirá el sábado al Valencia en una nueva jornada de Liga y la próxima semana se medirá al Atlético, también en el Santiago Bernabéu, en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones.
El debate se recrudecerá, eso es seguro, y muchos le piden ya a Zidane que sea valiente, que se atreva a sentar a las “vacas sagradas”, que introduzca a Isco y varios miembros más de lo que ahora se llama “Unidad B”, los suplentes de toda la vida. Pero la duda es -porque no se ha podido ver en todo el año- si los actuales suplentes pueden rendir al mismo nivel ante los mejores equipos de Europa.
Por lo pronto, el entrenador del Deportivo, Pepe Mel, lo tiene claro: “Es más jodido ganarle al equipo B que al A”.
Serán decisiones trascendentes para Zidane. A corto y medio plazo. Es probable que sus elecciones sobre titulares y suplentes hasta el final de temporada también tengan su impacto para la próxima campaña. Quizá jugadores como James Rodríguez, Kovacic o el propio Isco decidan cambiar de equipo si ven que el paso está completamente cerrado.