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Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
El plato fuerte, en el inicio de la segunda vuelta del torneo de Apertura 2018, será el duelo que sostendrán FAS y Alianza, pero es una jornada que ofrecerá cuatro suculentas entradas y postre.
La verbena futbolera comienza esta tarde en Morazán y Santa Rosa de Lima. En tierras “morazánicas”, el Jocoro le dará vida al recordado estadio “Correcaminos”, ahí, los pupilos de Nelson Ancheta recibirán a los toros de Luis Ángel Firpo en un duelo programado para las 3:00 p.m.
Muy cerquita del “Correcaminos”, en el estadio Ramón Flores Berríos de Santa Rosa de Lima, Municipal Limeño recibirá al Isidro Metapán en un duelo citado para las 3:30 p.m. Los “mantequeros” necesitan del triunfo para mantener la cuarta posición, pero los jaguares urgen de escalar en la tabla.
A las 6:30 p.m., en el estadio “Gregorio Martínez”, los alacranes del Chalatenango le harán los honores al Pasaquina. Los burros vienen de derrotar a los toros de Luis Ángel Firpo, mientras que los norteños empataron con el Águila en el “Sombrero”.
Los morados se ubican en la octava casilla, por lo que un traspié les puede dejar fuera de la zona de clasificación.
A la misma hora, pero en el “Ana Mercedes Campos”, Sonsonate, que viene de sufrir una paliza frente a Alianza, recibirá al Águila, que ha perdido aire en sus últimas presentaciones.
El plato fuerte
El partido de la jornada se disputará mañana en la capital. Aquí, sobre el césped del Cuscatlán, los tigrillos de FAS recibirán al bicampeón Alianza, que todavía no conoce la derrota.
El cuadro asociado no atraviesa su mejor momento, pero es un rival que, en los últimos torneos, se les atraganta a los blancos.
El duelo, que se llevará a cabo a las 3:00 p.m., es crucial para los paquidermos, pues podrían escalar a la cima toda vez que Santa Tecla pierda. A la misma hora, el cuadro perico tiene una visita complicada, ya que viajará al Complejo Deportivo de Tecoluca para medirse al Audaz.
Los tecleños tampoco conocen la derrota en lo que va del certamen, pero los coyotes querrán devorarse la imbatibilidad tecleña.
