Mirna Jiménez
Diario Co Latino
La alegría por la beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero se expresó durante la víspera en diferentes actividad religiosas. En la capilla del Hospital Divina Providencia, viagra patient donde el 24 de marzo de 1980 fue asesinado el arzobispo, viagra sacerdotes de diferentes regiones del mundo presidieron una misa en su memoria, case al que asistieron peregrinos extranjeros y la comunidad católica local.
Flores de palma de coco de vistosos colores, celestes, rojas, elaboradas por la feligresía católica que ama a Romero, adornaban la entrada del hospital y de la capilla, mientras el altar fue ornamentado con gladiolas rojas y color naranja.
A un costado del altar fue colocada la fotografía de Monseñor, un canto de monjas y misioneras se escucha al entrar al recinto donde aquel 24 de marzo un francotirador integrante de un escuadrón de la muerte, mató al religioso de un disparo en el corazón, por orden del fundador de ARENA, Roberto d’Abuisson, y la oligarquía.
El cardenal de Los Ángeles, Estados Unidos, Roger Mahony, fue el encargado de la ceremonia litúrgica y recordó durante el acto religioso, que en ese sitio donde estaban parados fue derramada la sangre de un mártir, que ofrendó la vida por salvar a su pueblo, similar como le sucedió a Jesucristo en los tiempos del imperio romano.
“A Jesús también en aquellos tiempos lo acusaron de muchas cosas, lo calumniaron, similar a Romero”, expresó el cardenal en la misa, que inició pasada las 5 p.m y que fue acompañada por lluvia, viento y truenos.
“Somos privilegiados de estar en un lugar sagrado, como lo fue el calvario, porque el calvario fue donde Jesucristo derramó la sangre por nosotros para el perdón de los pecados. En este lugar también el obispo Romero hace 35 años derramó su sangre para salvar a su pueblo”, comparó Mahony en la misa.
Ilustró a los creyentes que recibir acusaciones, insultos es una realidad de cristianos y discípulos de Cristo. “Si estamos proclamando en nombre de él y viviendo su enseñanza, entonces ustedes y yo vamos a encontrar problemas, acusaciones e insultos”, expresó el cardenal.
“Es igual que monseñor Romero, encontró oposición y han dicho cosas feas de él”, dijo Mahony, mientras citaba pasajes bíblicos de la vida de Jesús donde se había juzgado al hijo de Dios injustamente.
Al finalizar la misa, el prelado estadounidense dijo que no deseaba enviar ningún mensaje y prefería saludar a las personas que llegaron a la ceremonia religiosa, quienes están felices por la beatificación de Romero.
No hay amor más grande que dar la vida por otra persona
José Camilleri, un sacerdote originario de la Isla de Malta, pero radicado en Guatemala hace 23 años, asegura que la beatificación de Monseñor Romero es un evento muy grande no solamente para El Salvador, sino también para la santa Iglesia católica.
“Yo veo un testimonio de vida, un aporte grande, un evento grande para el mundo entero”, dijo el religioso. Recordó Camilleri que cuando asesinaron a Romero él ya radicaba en Guatemala.
El padre Camilleri dice que hoy queda clara la evidencia de que el arzobispo salvadoreño asesinado hace 35 años, murió no por una causa personal sino por defender a otros y que no existe amor más grande que cuando se da la vida por otra persona.