Por Elías Almada.
¿Me cuentas algo de tus antepasados?
Ya saben mi nombre, lo confirmaré, me llamo Tito Alvarado, nací en un pueblo chico, Quebrada Alvarado, eso quedaba en la comuna de Limache, ahora está en la comuna de Olmué, antes provincia de Valparaíso, ahora V Región. Son cambios tontos que implementó la dictadura y ningún demócrata ha puesto en duda. Todos estos puntos geográficos están en un país llamado Chile. Luego del golpe y en circunstancias de haber quedado solo, es decir mi organización me dejó solo, por azares del destino fui a dar a Buenos Aires y de ahí a Canadá, primero viví en una ciudad llamada Winnipeg, allí se habla inglés, más tarde. Para terminar una maestría, nos trasladamos a la ciudad de Montreal, allí se habla francés, ahora vivimos a una hora de esta ciudad, en otro pueblo chico.
Ya les he dicho alguna grande verdad, nací en Chile, vivo en Canadá, el resto no creo que tenga mucha importancia, pudiera inventar algo y decirles que mis antepasados fueron vikingos, o que mi padre luchó en la guerra civil española o que mi madre tenía abolengos de cierta alcurnia y sin duda esto tiene algo de verdad, también tiene mucho de fantasía. Todos tenemos algo de todos, aunque vengamos de un lugar determinado, más si somos de América, con personas que llegaron de muchos lados. Que yo sepa mis padres nacieron en Chile, de padres que también nacieron allí. Mi madre murió en Suecia, tengo hermanas y sobrinos allí, otros hermanos murieron en Argentina, tengo muchas sobrinas argentinas y una sobrina chilena, dos de mis hijas son canadienses.
¿Cuáles son tus más gratos recuerdos de tu niñez y adolescencia?
De la niñez y adolescencia tengo muchos gratos recuerdos, algunos que no lo son tanto y otros que no debieron acontecer. Lo grato muchas veces tiene que ver con la ingenuidad, mi madre partió un día con todos sus hijos a Santiago, todos llegamos por etapas, estuvimos allí unos cinco años, nos fue mal, retornamos al campo, hasta que le salió un lugar en Santiago donde construir una rancha, con lo cual les digo que vengo de una línea materna de luchadores y pobres. Grato para mí fue descubrir la nieve, la primera mañana que amanecí en Santiago, grato fue cuando logramos que Allende fuera elegido Presidente, se inició un proceso sin igual en el mundo, pero faltó decisión. En este punto recuerdo mis estudios, uno grande que tiene la humanidad, dijo: solo los obreros llegan hasta el final. En la pobreza uno tiene la alternativa de trabajar, a mis hermanos mayores les tocó el duro trabajo, yo estudié un poco más y pude trabajar en algo que me realizó como persona, fui revolucionario profesional.
¿Cuándo y cómo comenzaste a escribir?
Creo que el primer poema lo escribí montado en un colectivo, en Chile le llamábamos micro, que iba de un pueblo a otro, subíamos la cordillera de la costa. Luego se me traspapeló el poema en un montón de comprobantes de gastos. Me lo devolvieron y eso me inclinó a seguir por esa senda, aunque estando en Buenos Aires quise ser pintor, lo dejé al llegar a Canadá y entre las miles de tareas de la solidaridad yo escribía, luego pude entrar a la Universidad y abrir las puertas del conocimiento de la literatura, ya después fue escribir mucho hasta el presente. No escribo por un asunto de inspiración, escribo como un trabajo que se realiza todos los días. Bueno es que sepan que soy algo tímido, quizá esta timidez me inclinó a las muchas lecturas y de ahí a la escritura hay solo un paso.
¿Qué o quién te incentivó en tus comienzos?
Como persona tímida no puedo decir que tenga una influencia, yo pasé mi adolescencia en un medio de trabajo político organizativo, que no me permitía estar en la bohemia o en la literatura de resplandores personales. Lo que más logré es conversar con mis pocos amigos, siempre intentando encontrar una respuesta común, teníamos un sistema de conversación. Con Pedro Merino fuimos una vez a escuchar a Paco Ibáñez, el canta poemas, Serrat fue más conocido, pero Paco es más poeta. En los avatares de la lucha, estuve en lugares claves: una reunión de políticos con el Poeta Yevtushenko, siempre he lamentado no haber ido a escuchar a Marcos Ana cuando fue a Chile. Yo estuve en el prelanzamiento de la Cantata Santa María de Iquique, Son pequeños hechos que te marcan. Esto se explica mejor diciendo que el ser tímido y tener muy buena memoria me permite repasar muchas veces lo vivido y de ahí sacar conclusiones que puedan ser útiles en el presente.
¿Qué escribes?, ¿poemas, cuentos?
Escribo poesía, no digo que escribo poemas, pues lo mío es pensar un libro, luego escribir los nombres de los posibles poemas y de ahí, con cambios a cada paso, voy dándole forma a un libro de poemas. También escribo ensayos, conferencias, cuentos breves y otros no tan breves. Ahora le damos forma, con otros poetas, a un género mitad verdad, mitad fantasía, es presentar nuestra candidatura a puestos en los cuales hay verdaderas plastas, cerebros sin ideas, personas que solo cobran un sueldo, por supuesto con nuestra candidatura proponemos soluciones, en este momento soy candidato de presidente de Chile. Nadie me toma muy en serio, eso no importa, lo que importa es resaltar lo ridículo que es que se presenten a esa responsabilidad personas para ejercer un cargo sin tener luces para el mismo.
¿En dónde públicas?, ¿me cuentas de tus libros?, ¿cómo trabajaste en ellos?, ¿fue difícil publicar el primero?
Publicar es una odisea, si no tienes un representante, estás en el grupo de los diez mil que no conoce nadie ni reciben un valor monetario por su trabajo. 23 libros han sido publicados por pequeñas editoriales y algunos los he subvencionado yo mismo. Tengo 51 inéditos. Publicar el primer libro no fue tan difícil, por mis tareas de solidaridad yo debía viajar a muchas ciudades de Canadá, en Montreal conocí un compañero que conocía un editor, mi amigo habló con el editor y el libro salió, Pero el editor no distribuía los libros. Entonces quedé en el limbo de los autores desconocidos.
Puede que sea feo lo que debo decir ahora, resulta que creo en la valoración del otro, para que esto tenga valor debe existir primero una valoración de lo propio, en este sentido valoro mis libros como un mundo en sí, no escribo con arreglo a una idea ni una inspiración, escribo estableciendo una diferencia con el resto de la literatura. Los primeros libros fueron terminar con la etapa de Chile. Uno de esos libros es en realidad una antología de poemas que posiblemente pudieron haber escrito presos políticos desaparecidos, en este libro hablan dos amigos con existencia real, todos los otros son personajes ficticios con una existencia real. Uno de mis amigos fue asesinado a plena luz del día, otro fue hecho prisionero y luego pasó a ser desaparecido, ellos no escribían poemas, pero su muerte fue un poema en sí, como no estaban, yo asumí la tarea de escribir por ellos. Otro libro llamado Galáctica, habla de una comunicación entre dos extraterrestres, él que estaba en la tierra, aislado he imposibilitado de comunicarse con sus compañeros, en la nave madre, a varios miles de años luz, estaba ella. La comunicación es simplemente lo que cada uno piensa, como si estuviera comunicándose con el otro. Hay dos libros que son varios, cinco libros dedicados a ciudades, los titulé Reverbereos. Gracias a la tecnología moderna los pude escribir, estoy hablando de un imposible hecho posible, visité, mediante el internet, las 21 ciudades más grandes, en algunas he estado, pero en la mayoría solo estuve en forma virtual, en este libro hablo de otras muchas ciudades como Alejandría, Jerusalén, Troya, Santiago, ciudades imaginarias como Macondo, Shamballa e incluso yo inventé ciudades posibles, una todo acontece en un tren, es una ciudad viajera. Ahora trabajo en 7 libros que llamo Comunión, se trata de escribir poesía a partir de obras de arte. Son doce artistas plásticos, escultores y fotógrafos por tomo, uno es solo con alumnos de primaria y secundaria.
¿Qué satisfacciones te ha dado la literatura?, ¿Cuál es tu autor preferido?
Satisfacciones como tales creo que ninguna, aunque perfectamente pudiera inventar más de alguna, mucho de lo que cuentan los escritores conocidos es pura ficción. La realidad en mi mundo ha sido o trabajas o no comes. Gran parte de mi tiempo lo invertí en asuntos urgentes dejando para después la literatura. En realidad, no puedo pensar en algo que sea memorable por ser escritor, es más bien un oficio para ganar enemigos. Las satisfacciones están por el lado de ser yo un porfiado con mucha capacidad de trabajo. Ante las dificultades yo me acreciento, en ideas distintas a lo habitual para salir adelante. Quizá por venir de familia de mucho trabajo y lucha por la vida, no me he sentido nunca superior a nadie ni me he rodeado de amigos que me hagan eco. En este sentido tanto la lectura como la escritura me han permitido ser más libre. Sin escribir sería un ser humano profundamente triste.
¿Qué es Proyecto Cultural Sur?, ¿cómo surgió?, ¿cómo ha evolucionado?
Es todo un dilema definir en pocos minutos algo que ha costado tanto tiempo. Son 30 años de ir construyendo una idea: La resumiré en tres frases: nos hemos dotado de una definición de cultura, la primera realizada por sus actores fundamentales, las y los artistas; Sur es un punto en el alma y una intento de desideologización del desprecio, todos los que no estamos en las decisiones nefastas para la humanidad, que siempre se toman en el norte, somos el sur, el detalle es que miles de millones de personas no lo saben; una tercera frase es que nuestro trabajo es desde la cultura, hacia la cultura por tener una cultura que responda a las necesidades humanas.
Surgió como todo acto humano que se torna complejo, de una simple necesidad de escritores habaneros y montrealenses. En la Habana no podían hacer El Caimán barbudo, pues era el periodo especial, se debía priorizar la comida, estoy hablando del año 91 del siglo pasado, en Montreal no podíamos hacer una revista por los altos costos, unimos fuerza se realizaron dos números, cambiaron las reglas del juego y ya no pudimos seguir, digamos que Sur surgió de impedimentos, a fuerza de insistir ahora somos un movimiento con presencia en muchos países, en esencia, es unir el hacer multifacético de quienes se suman a la idea de sumar sumándonos.
El mayor salto de calidad lo hemos dado en plena pandemia, somos pocos pero hacemos mucho tal como lo dijimos antes: nunca tan pocos han hecho tanto. Estamos aprendiendo a usar las enormes posibilidades de la tecnología moderna: Facebook, libros digitales, un canal Sur en YouTube, la revista Sur, cada tres meses, un festival virtual realizando más de dos mil trescientos evento, que en números redondos mueve a unos trece a catorce mil poetas, en fin el más grande Festival de poesía en La Tierra
¿Qué es y en que consiste el Festival La Palabra en el Mundo?
Consiste en que llamamos a cientos de poetas, profes y gestores o gestoras culturales a organizar eventos que tengan por centro la poesía con poetas en vivo. Lecturas, recitales, entrevistas, encuentros, coloquios, presentación de libros, reseñas, críticas, repartir poemas, y un largo etc. de forma y medios. Con la Pandemia todo ha transcurrido por internet.
Todo esto acontece en la plena libertad que tienen quienes asumen el Festival, para adaptarlo a su realidad y aportar desde sus propias características. Si alguien quiere sumarse bienvenido sea.
¿Qué esperas a futuro para ti, para la literatura y para la humanidad?
Esta pregunta me parece interesante, pueden catalogar mi respuesta como poco humilde, veo la humildad como un logro si sabes de tu valor y como una traba si no te valoras. Espero para mí el premio Nobel de Literatura y el Premio Nobel de la Paz, no para ir a recibirlos, sino para rechazarlos. También espero poder contar con recursos para implementar de mejor forma el Movimiento Cultural en que trabajamos y el Festival de Poesía, a eso le llama plan B, allí están consideradas todas las líneas de trabajo, menciono solo una con base en una idea tuya Antonio Elías Almada, implementar la más grande Biblioteca Virtual y ponerla a disposición de cientos de millones de lectores. Para la literatura espero un despertar, desde la escuela, del amor por la lectura, que los escritores y artistas reciban del estado un sueldo por su trabajo y para la humanidad espero una segunda oportunidad, esta vez para implementar un ordenamiento de vida basado en la solidaridad. De mi programa para Chile puedo recuperar tres puntos: uno es abolir las fuerzas armadas, otro es que la tierra no pueda ser propiedad de nadie, pero toda persona puede hacer uso de ella, pagando un pequeño monto por su uso, un tercer punto es que todo debe ser transparente; salarios, costos, precios, etc.
Déjame una reflexión final sobre lo que tú quieras, para remarcar algo que creas importante en esta nota o para decir algo sobre lo que no haya preguntado.
Esto último me permite decir que me considero un poeta maldito, nadie se atreve a publicarme, esto me sitúa en un limbo de bravura: ya no tengo nada que perder ni nada que ganar, esto me permite ser libre en la expresión de mi pensamiento y mis deberes como escritor.