Moscú/AFP/PL
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió excusas a Vladimir Putin por el avión caza ruso abatido por Turquía en noviembre de 2015, y llamó a restaurar las “relaciones entre Turquía y Rusia”, anunció el Kremlin.
En un mensaje remitido al presidente ruso, “el dirigente turco ha expresado sus sinceras condolencias a la familia del piloto ruso (cuyo avión fue abatido) y se ha excusado”, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Poco después del anuncio de estas disculpas, Erdogan reiteró su intención de limar asperezas con Moscú y llegar a una “normalización rápida” de las relaciones.
“Espero que dejaremos atrás la situación actual que es perjudicial para los dos países y podremos avanzar hacia una normalización rápida”, declaró el presidente turco en una cena para romper el ayuno musulmán, desde su palacio presidencial de Ankara. “Turquía siempre ha demostrado a sus amigos que es un país de confianza”, agregó. Estas disculpas confirman la voluntad de Ankara de reducir la tensión con Moscú, puesto que las relaciones entre los dos países estaban prácticamente rotas. A mediados de junio, un primer mensaje de Erdogan al presidente ruso constituyó un primer contacto entre los dos mandatarios desde el incidente.
El nuevo documento enviado el lunes por el presidente turco precisa que “Rusia es, para Turquía, un amigo y socio estratégico”, explicó el Kremlin en su texto.
“Una vez más, quiero expresar mi simpatía y profundas condolencias a la familia del piloto ruso muerto y pido perdón”, reitera Erdogan, según el comunicado.
Un comunicado del portavoz del presidente turco, Ibrahim Kali, citado por la agencia oficial Anadolu, citó a Erdogan en los mismos términos y añadió que “Turquía y Rusia están de acuerdo para tomar las medidas necesarias para mejorar lo antes posible las relaciones bilaterales”. El 24 de noviembre de 2015, un caza ruso Su-24 fue abatido cerca de la frontera siria, causando la muerte de uno de los dos pilotos.
Turquía afirmó que el avión entró en su espacio aéreo e ignoró varias advertencias, mientras que Rusia dijo que el aparato sobrevolaba el territorio sirio y que no fue advertido antes de ser abatido.
Este incidente, calificado de “puñalada por la espalda” por Putin, provocó una grave crisis diplomática entre Rusia y Turquía.
Moscú adoptó una serie de medidas de represalia contra Ankara, hasta entonces considerado un socio privilegiado, desde la supresión de facilidades para obtener visados hasta el embargo de alimentos.
Ankara por su parte acusó a Moscú de actuar “como una organización terrorista” en Siria, donde los dos países defienden intereses opuestos.
Moscú apoya al presidente sirio Bashar al Asad y Ankara respalda a los grupos rebeldes que luchan contra el gobierno.
Según el comunicado publicado por el Kremlin, Erdogan indicó que “el ciudadano turco relacionado con la muerte del piloto ruso es objeto de una investigación judicial”. Por su parte, Konstantin Kosachov, titular del Comité de Asuntos Internacionales del Senado, consideró que Moscú además de las disculpas debe esperar el arrepentimiento de Ankara respecto a sus enfoques en torno a Siria e Iraq.