Red Informativa Litoral
La derogación de la ley que prohible la explotación minera sería el tiro de gracia a un país como el nuestro con un deterioro ambiental impresionante, con el riesgo de envenenar los ríos y matar toda clase de vida, prinicpalmente Lempa que baña 422 kilómetros del territorio nacional del cual se abastece un 80% de la población de un total de 3,2 millones de salvadorños, revelan los expertos Héctor Aguirre, gerente de la mancomunidad trinacional fronteriza, y Oscar Lemus, de la unidad ambiental de la Universidad de El Salvador..
El anuncio presidencial de derogar es contraproducente, en un país como El Salvador densamente poblado dónde debido a su estrechez geográfica no permite impulsar esta industria que deja destruído el medio ambiente, refiere el ingeniero Héctor Aguirre.
En tanto Oscar Lemus recuerda que hace dos semanas teníamos la amenaza sobre el Lempa de la mina Cerro Blanco, en Guatemala, ahora irónicamente quien vulnera nuestra existencia es quien debería de cuidarnos, pero el gobierno se ha convertido en la peor amenaza a la existencia.
De no cambiar esta tendencia contaminante se estaría provocando grandes migraciones sin precedentes, tal y como le sucedió a los mayas hace varios siglos tras una crisis climática, pronóstica Aguirre quien es un especialista graduado en Brasil.
En un coversatorio al que asistieron líderes ambientales, académicos, las diputadas de Arena, Marcela Villatoro y Claudia Ortíz de Vamos, académicos de varias universidades discutieron la situacián ambiental , particularmete el río Lempa principal afluente de vida para los salvadoreños.
En su exposición el ingeniero Aguirre recordó que cuando abre el grifo del chorro piensa que él es uno de ese 80% de la población salvadoreña que se abastece del agua del río Lempa. Habló de las bondades de este río maltratado por décadas y que estuvo fuera de las agendas de los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala en su conservación.
Reiteró que del río Lempa el Estado salvadoreño genera entre el 28 y el 35 % de energía eléctrica con una producción de agua que ronda los 11 mil millones de metros cúbicos en la cuenca, pero esto no será eterno, pues de continuar proyectos mineros, contaminación de plásticos, lanzamiento de vertidos industriales, matarán el río de aquí al año 2,100.
«Para colmo desde su nacimiento existe un beneficio del lado guatemalteco, que lanza al río las aguas mieles del café», indicó Aguirre.