Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter
La Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados ANDA ha presentado ante la Asamblea Legislativa una solicitud de préstamo para financiar la rehabilitación de la planta de tratamiento de agua potable de Las Pavas. El monto solicitado es de 53 millones de Euros y sería otorgado por una agencia del gobierno de Francia. La sola solicitud ha obligado a poner en blanco y negro el grave problema para producir y distribuir agua potable a los hogares, online a las empresas del gran San Salvador y a todo el país.
Ha quedado claro que desde 1988 fue previsto que la planta potabilizadora de Las Pavas se debía abastecer de agua potable a la región metropolitana, ello suponía producir medio millón de metros cúbicos de agua al día; y el abandono al mantenimiento de esa planta la llevó una situación de casi destrucción y a producir con esfuerzo en los últimos 6 años la mitad de lo proyectado, cuando la población del área metropolitana aumenta. La planta se diseñó para ser operada automáticamente y por el abandono y destrucción a que fue sometida hoy es operada manualmente, lo cual encarece la potabilización y genera desperdicio.
El plan de ANDA supone reponer la capacidad de producir agua potable con lo cual se podrá abastecer las zonas que hoy se ven afectadas en los municipios de Apopa, Ayutuxtepeque, Nejapa, Tonacatepeque, Mejicanos, Soyapango, Ciudad Delgado, Cuscatancingo y San Salvador. Más de medio millón de personas se verán beneficiadas y muchos desarrollos industriales también podrán realizarse con factibilidad de agua para funcionar.
El financiamiento solicitado, ha sido autorizado por la Asamblea Legislativa sin los votos de los diputados de Arena, pero requerirá en su aprobación de 56 votos, lo que supone que diputados de ese partido apoyen el financiamiento de la rehabilitación de Las Pavas. Si la necesidad es clara y si los beneficios para la gente son evidentes; ¿Por qué los diputados de ese partido arman pretextos para negar sus votos? Públicamente han sostenido que condicionan sus votos a la revisión del pliego tarifario recientemente aprobado por ANDA conforme a su ley, y que disminuye los subsidios a las personas y empresas que consumen más de 20 metros cúbicos de agua al mes. El Estado subsidia a más del 70% de la población, eso significa que se disminuye el subsidio a quienes tienen alto consumo, pues lo necesario para un consumo familiar de acuerdo a parámetros internacionales es de 6 metros cúbicos al mes.
Si en la solución de un problema de enorme magnitud de la población de la región más poblada del país la derecha arenera muestra su mezquindad, cómo no será en el abordaje a fondo del problema del agua que debe ser abordado consignando en nuestra Constitución que el acceso al agua y a la alimentación es un derecho humano, o en el abordaje de una ley marco para regular el agua y sus usos diversos (consumo humano, agropecuario, industrial y comercial entre otros).
El problema global del agua demanda un cambio cultural y fortalecimiento institucional de fondo para asegurar a las presentes y futuras generaciones el líquido vital, es decir contribuir todos a realizar un uso racional del agua y asegurar que se asuman políticas de protección de las fuentes, evitar la deforestación que provoca la pérdida de infiltración de las aguas lluvias a los mantos acuíferos, reforestar las cuencas y una serie de otras prácticas que protejan la vida futura en nuestra patria.
Se nos ha demostrado por parte de geólogos contratados por ANDA la disminución de agua en pozos desde los cuales actualmente se bombea y potabiliza para abastecer de agua, esto es resultado del cambio climático, de las sequías y de las prácticas que depredan nuestros recursos naturales.
La población salvadoreña debe estar en conocimiento de esta realidad, debe exigir responsabilidad de los funcionarios que estamos obligados a responder a las necesidades del pueblo. Los diputados y diputadas tenemos el deber de legislar y las instituciones ejecutivas como ANDA de velar por el servicio de agua hoy y prever las necesidades del futuro. La población debe saber quiénes son los que se niegan a apoyar la solución de sus problemas y demandarles un cambio de conducta.
Aprobar el préstamo solicitado por ANDA, aprobar la Ley de Agua y ratificar la reforma constitucional que establezca que el agua es un derecho humano, sería apenas empezar a tratar en serio el problema del agua. Ojalá exista la voluntad de dar un paso adelante y dejar atrás la mezquindad que sacrifica a las presentes y futuras generaciones.