Manahen González
@ManahenGza
Su sonrisa era inevitable. En sus manos portaba la Espiga Dorada la Estrella de Tenis de campo y la presea, a Mejor Estrella Masculina del Año. Con ambas preseas, Marcelo Arévalo, máximo referente del Tenis salvadoreño, pone punto final a un año 2018 de ensueño.
“Desde que anunciaron que se realizaría este evento (Espiga Dorada), yo sabía que podía estar en los nominados y me dio mucha alegría. Por ello, terminar el año así, con el homenaje más grande para los atletas en El Salvador, es la cereza en el pastel y estoy muy contento por eso”, expresó emocionado el tenista sonsonateco.
Y no es para menos, este año, Arévalo hizo historia al avanzar a la segunda ronda en la modalidad dobles del Grand Slam de Wimbledon. Asimismo, tuvo una destacada actuación en Roland Garros y jugó el evento clasificatorio al US Open.
Pero eso no es todo, Arévalo también ganó siete títulos dobles en los Challenger de San Francisco, San Luis Potosí, Guadalajara, Lisboa, Los Cabos, Monterrey y Las Vegas. Y sumó dos trofeos individuales en los Challenger de San Luis Potosí y Guadalajara.
“Estoy muy contento con el resultado y esto me motiva a seguir trabajando duro para que el 2019 sea mejor que este año”, dijo el raquetista salvadoreño.
Objetivo: Tokio 2020
Y es que el año 2019 será clave para Marcelo Arévalo, ya que tratará de sumar la mayor cantidad de puntos en el ranking ATP, para cumplir el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
“En el tenis, la clasificación para los Juegos Olímpicos es por el ranking mundial y no por tener algún resultado en un evento del Ciclo Olímpico. En singles hay que estar entre los 100 del mundo y en dobles hay que estar entre los 20 mejores. Por ello, le meteremos duro al singles y dobles para que, ojalá, una de las dos modalidades nos dé el pase para Tokio”, manifestó el tenista salvadoreño.
Eso sí, el panorama pinta complicado para “Chelo” debido a que acabó el año en la casilla 54 del ranking dobles y 238 en individual.
“Me encantaría llegar a los Juegos Olímpicos, porque es el único evento en el mundo que me hace falta por participar y me gustaría emular a mi hermano (Rafael) que ya asistió a Juegos Olímpicos”, apuntó Arévalo.