Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El padre Alberto Vásquez presidió la misa de este tercer Domingo de Pascua en la Cripta Metropolitana, donde recordó que el tiempo es perfecto para acercarse más a Dios, de relacionarse más con él y sobre todo a saber amarlo, ya que, al saber amarlo, el creyente cumple su mandato aquí en la tierra.
El religioso expresó a los creyentes que es tiempo de que Cristo se mantenga en los corazones de cada uno, pues conocer a Dios es un proceso muy divino y maravilloso, en ese proceso se da cuenta cómo es él a través del perdón y arrepentimiento.
Las dudas sobre el conocer a Dios, son porque no se conoce realmente a Cristo, “lo conocemos de oídas, lo conocemos de lo que nos dicen los sacerdotes aquí en este culto, lo conocemos realmente como un cuento, pero no hemos tenido una experiencia persona con cristo resucitado, no hemos tenido una experiencia de la misericordia de Dios y eso es conocer el amor de Dios padre y Dios hijo”, enfatizó.
Aclaró que Jesús no se presenta como algo característico, no se presenta como el que convirtió el agua en vino, como el Jesús que andaba predicando o el que multiplicó los panes, “es interesante como Jesús se presenta mostrando sus llagas, mostrando sus heridas”.
Según comentó el padre Alberto, el profeta Isaías dijo: “A través de sus llagas hemos sanado”, y comentó que es así como se presenta Jesús. “Es interesante como realmente se hace presentar por esto que va más allá de un aspecto físico, más allá de demostrar lo que le pasado, eso verdaderamente es la prueba palpable del amor que ha tenido y se presenta así, mostrando sus heridas, a aquellos hombres que lo han traicionado, que lo han olvidado, diciéndole que ‹esto (las heridas) han sido por ustedes›”.
El feligrés añadió que la presentación de Jesús a sus discípulos “nos enseña a nosotros también a como presentarnos a él, con nuestras heridas de la historia, esas heridas que muchos les ha tocado la injusticia, esas heridas que le ha costado sobre todo el pecado recurrente”, expuso. Instó a los feligreses a que se presenten ante el Señor con las heridas que han cargado a lo largo de su vida.
Al hacer lo anterior, es como realmente se va a conocer a Dios, haciendo la experiencia de la misericordia, ya que se presentan tal cual es con las heridas que carga por culpa del pecado, relató el padre Alberto.
El padre dijo que estas acciones, Dios no las juzga, sino lo contrario, las perdona, los acoge y los ama y “esto es realmente conocer a Dios, a como conocer el amor de Dios”.
Aprovechó la oportunidad para solicitar que cada uno de los asistentes y a todos los que llegue el mensaje, comenzar una verdadera relación de tú a tú con Dios, no escucharlo de oídas, no escucharlo como una anécdota, no escucharlo como un cuento.